El mejor refugio contra el ajetreo del trabajo y nuestras diarias obligaciones es el hogar, y para lograr convertirlo en un auténtico edén de paz y tranquilidad será necesario tomar en cuenta algunos sencillos consejos.
Lo primero es mantener la casa limpia y ordenada, con cada cosa en su lugar; así no perderemos la calma buscando algo.
La privacidad, el derecho a aislarse por un rato, es también importante. Por eso es buena idea buscar dentro de la misma casa un espacio un tanto independiente del resto, un pequeño rincón aparte donde sea posible olvidarse "del mundo".
Hacer que cada estancia luzca como un remanso, es gratificante. Para ello basta con introducir pequeños cambios en la decoración.
Para conseguir un espacio más sereno, podemos ayudarnos con algunas ideas bien probadas.
Por ejemplo, elegir tonos neutros para las paredes y una decoración minimalista y de inspiración zen; colocar muchas plantas, pues el verde transmite tranquilidad; si es posible, instalar una pequeña fuente, porque el sonido de agua que corre es muy relajante; recurrir a una iluminación tenue; rodearnos de aromas y objetos que nos transmitan paz.
El mobiliario es una herramienta importante en estos casos, y hoy existen muchas opciones para convertirlo en el mejor auxiliar para eliminar el estrés.
La firma noruega Stressless, por ejemplo, ofrece sillones reclinables en piel dotados con diferentes sistemas manuales por medio de los cuales uno se puede reclinar, girar, levantar los pies y mantener un estado de pleno confort.
Para lograr la paz en nuestros espacios, las mejores tonalidades son el verde, el azul, el violeta y el blanco.
Cada uno tiene distintos matices y todos son recomendables, aunque se sugiere no abusar del color, pues se podría crear un efecto contraproducente.
En cuanto a las plantas, las violetas africanas, las orquídeas, la sávila, los helechos y gardenias contribuyen a mantener la armonía en cada estancia.
Si de aromas se trata, hay que colocar pequeños incensarios con esencias de canela, cereza y jazmín, ideales para tranquilizar el espíritu por medio de la aromaterapia.
