Tumba de Valentín es la más ‘venerada’
GUASAVE, SIN.- De arquitectura moderna, pisos de mármol, columnas y arcos a su entrada, así como grandes cristales, la cripta donde reposa el cuerpo de Valentín Elizalde, al lado de su no menos famoso padre, el cantante Lalo “El Gallo Elizalde”, es una de las más veneradas de este municipio.
Las imágenes de los dos artistas, padre e hijo, con trajes típicos de cantantes gruperos, colocadas en una repisa, rodeada de flores y veladora encendidas, vigilan sus propios restos que yacen en dos gavetas, incrustadas, dos metros bajo tierra que son cubiertas por el lujo del mármol.
Desde su sepelio, hace poco más de 11 meses, la tumba permanece iluminada en forma artificial y con la luz que reflejan las veladoras y cirios que a diario manos anónimas las colocan a la entrada del lugar donde descansa los restos del entrañable cantante de música de corte norteño.
Junto a las veladoras encendidas, cartas, algunas de amor, otras de peticiones y algunas, en las que solo se vierten palabras de admiración, en su mayoría, escritas por manos femeninas, son recolectadas, del interior de la cripta.
El diseño y la estructura arquitectónica de la cripta familiar, construida sobre una superficie de poco más de ocho metros cuadrados, en 1992, con la muerte trágica en un accidente automovilístico de Everardo “El Gallo Elizalde”, fue trasformada, con la sepultura de su hijo, Valentín, victimado a tiros.
A 11 meses de su asesinato, en el exterior del Palenque de la Expo Feria de Reynosa, Tamaulipas, su madre, Camila Valencia, y sus hermanos, decidieron dar una nueva fisonomía a la tumba, donde guardan los restos de Gallo Elizalde y el Vale, dos de los cantantes de mayor éxito en vida.
En los últimos cuatro días es objeto de una gran transformación por trabajadores que instalan un sistema de iluminación que permitirá que desde el piso se refleje por las noches la imagen del Vale en el nicho, donde se encuentran colocadas sus fotos, al lado de las de su padre.