Nacionalistas kurdos protestaron ante la Embajada estadounidense en Ankara, Turquía, para exigir a Estados Unidos reprimir a los insurgentes en el norte de Irak. (AP)
Turquía combatirá a los insurgentes curdos “cuando haga falta” sin considerar las presiones internacionales, dijo ayer el primer ministro Recep Tayyip Erdogan.
Turquía ha sido sometida a una presión extraordinaria por parte de Estados Unidos, Irak y otros países para que no invada el norte iraquí en una operación contra los insurgentes curdos, alegando que la ofensiva desestabilizaría la región.
“Cuando sea necesario realizar una operación, la haremos”, dijo Erdogan a una multitud entusiasmada que portaba banderas turcas en la ciudad occidental de Izmit.
“A nadie tenemos que pedir permiso para eso”, agregó. “Algunos (países) desearían lo contrario, pero nosotros adoptamos las decisiones por cuenta propia”.
El viernes, el jefe de las Fuerzas Armadas turcas, general Yasar Buyukanit, dijo que el país aguardará hasta que Erdogan se entreviste con el presidente George W. Bush el 5 de noviembre en Washington antes de decidir si realiza la ofensiva.
Erdogan indicó que Turquía no puede quedar limitada por fechas a la hora de decidir si ataca a los rebeldes curdos.
“No podemos decir cuándo o cómo lo haremos, nos limitaremos a hacerlo”, indicó.
Las conversaciones entre funcionarios iraquíes y turcos se interrumpieron el viernes sin resultados y la delegación iraquí regresó el sábado a su país.
El ministro de Relaciones Exteriores Alí Babacan dijo que Turquía buscó presionar al Gobierno de Irak a emprender medidas que tengan resultado “muy, muy rápidamente, de inmediato”.
Las propuestas ofrecidas por la delegación iraquí en Ankara “estuvieron muy lejos de ser satisfactorias” y solamente fueron para el largo plazo, dijo Babacan a la prensa antes de viajar a Teherán en busca de apoyo para la posición turca en la crisis.
Turquía ha exigido la extradición de los dirigentes del insurgente Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). La televisora CNN-Turk, que citó a funcionarios no identificados, dijo que Ankara busca a 153 miembros del partido.
“Turquía presenta demandas fantasiosas e imposibles”, dijo el general de brigada Jabbar Yawar, subsecretario para el ministerio que controla las Fuerzas de protección de la región kurda de Irak. “Quieren que matemos a todos los miembros del PKK por ellos, cuando por sí mismos no pueden hacerlo”.
El conflicto en el sureste de Turquía entre el Gobierno y los guerrilleros ha costado casi 40,000 vidas desde 1984. Los miembros del PKK han dado muerte a cuando menos 42 personas durante el último mes, entre ellas 30 soldados turcos abatidos en emboscadas.
Buyukanit expresó que “lamentamos en verdad los recientes ataques terroristas y sentimos pesar pos nuestros mártires en nuestros corazones”.
“Estamos decididos a hacer que quienes causaron esta tristeza sufran con una intensidad que no pueden imaginar”, agregó.
Los insurgentes curdos dijeron ayer que consideran la petición de un legislador de liberar a ocho soldados turcos capturados hace una semana, un incidente que empeoró las tensiones fronterizas.
Mientras tanto, unos 1,000 nacionalistas turcos se congregaron en Ankara ante la Embajada estadounidense y acusaron a Estados Unidos de respaldar a los insurgentes al no reprimirlos en el norte de Irak.
“¡Abajo Estados Unidos, abajo el PKK!”, coreó el grupo. Los congregados portaban fotos de los soldados turcos muertos en el conflicto y depositaron luego una ofrenda floral en la entrada de la Embajada.
Otras 1,500 personas -en su mayor parte niños- coparon las calles en la ciudad kurda de Sirnak, en el sudeste de Turquía y cerca de la frontera iraquí, en protesta contra la violencia insurgente.