Un ‘altar’ individual y natural
Román Eguía expondrá su más reciente creación artística, el próximo jueves en la galería de la Casa del Cerro
TORREÓN, COAH.- Individualidad es la palabra que mejor define a la nueva colección de Román Eguía, pues cada obra ha sido creada de acuerdo a necesidades muy específicas.
El título, dice el creador, fue algo que surgió de pronto en base a una reflexión: “No fue realmente algo que estuviera muy planeado, porque en las exposiciones anteriores sí había pasado que estaba definido desde un principio el concepto y todo iba encaminado hacia esa línea, pero en esta ocasión cada una de las piezas fueron tratadas de manera individual, o sea, realmente cuando yo la estaba haciendo decía ‘quiero hacer una exposición en donde trabaje cada obra de manera individual’, y todas de manera muy natural fueron encaminándose hacia un mismo punto”.
Bajo el título de Altar, el joven artista miembro del taller El Chanate las expondrá este jueves en la galería del Museo Histórico de la Ciudad Casa del Cerro, a partir de las 8:30 de la noche.
Explica que “cuando estaba trabajando hubo una pieza que me pareció muy simpática, como un altar por lo visual, pero ya empezando a reflexionar en lo que es un altar me di cuenta de que hay una extraña afición del hombre por hacer altares, porque en el altar uno en lo primero que piensa es en una cuestión folclórica o de tradición, como son los altares de muertos, pero también religiosas como los altares a los santos, y yo lo que le digo a la gente es que hay muchos tipos de altares no nada más ésos”.
Por ejemplo, agrega el autor, “cuando tú entras a la casa de una persona y tiene las fotos familiares eso es como un altar a su familia, entonces en ese sentido, cuando tú le pones un altar a algo estás haciendo una proyección de tu estado emocional, de lo que tú eres y cuando tú le pones un altar a los muertos es nostálgico, de recuerdo, y cuando tú se los pones a los santos es una cuestión como de anhelos, es como una cuestión del pasado, del presente y del futuro”.
PEQUEÑOS TRIBUTOS
Asegura el creador que hay muchísimas formas de hacer un altar: “De hecho hay una de las piezas de la exposición que se llama La Casa, porque una casa puede ser un altar, algo que se lo haces a alguien como una especie de tributo, como un agradecimiento, pero no solamente las construcciones u objetos son proyecciones de nuestros miedos, de nuestros anhelos, por ejemplo el cuerpo de una persona puede ser también un altar para nosotros, un cuerpo en donde pones tu fe, tus esperanzas, en donde tú rindes tributo a ese altar, entonces hay muchas formas de leer la palabra altar”.
Pero, al final de cuentas, el joven artista resume esa palabra en la manifestación concreta de las inquietudes emocionales, “ya sea de miedo, de anhelo, nostalgia, orgullo, de mil cosas, pero al final es esa necesidad de ver en concreto las cosas que traemos adentro; por ejemplo, si tú quieres pedir un deseo quieres que esté ahí algo que esté funcionando, como si fuera una máquina, o sea, que esté el incienso, que esté el santo, que estén las velas, es decir, que quieres ver que eso está funcionando, y en la medida en que eso está funcionando afuera tú estás funcionando de manera interna, y sí pasa porque tú lo haces afuera para que funcione adentro, esto no va encaminado a cuestiones religiosas ni nada, pero sí tiene una cuestión muy espiritual”.
MUY NATURAL
La obra de Román Eguía se ha caracterizado por estar basada siempre en la naturaleza, ya sea muerta o viva: “De hecho la naturaleza sigue siendo el tema principal, a final de cuentas la naturaleza termina siendo un vehículo en el que se van estas ideas, es el mejor medio que he encontrado para manifestar estas cosas, porque puedo jugar mucho y yo lo veo en abstracto independientemente de que sea naturaleza, yo voy hacia los materiales, me gusta mucho pensar en lo que utilizo”.
Apunta que la mayoría de los materiales con los que trabaja son naturales: “Desde la tela, los pigmentos, son ceras, aceites, todo es natural, me gusta pensar en los materiales, en los colores, en las formas”.
En esta exposición lo que pasó de manera muy natural fue que hubo un tratamiento muy personal para cada una de las piezas, pues explica que en sus muestras pasadas todas eran como un bloque “todo en conjunto era como la pieza”, pero ahora cada una de las obras será como “si fuera un hijo, cada uno con su personalidad definida, le doy a cada uno el tratamiento que va necesitando”.
Para lograr esta muestra Eguía trabajó alrededor de un año: “A mí lo que me interesa es -en este carácter de que cada pieza es diferente- que no sea una exposición aburrida”.
En Altar el público lagunero encontrará desde grabado, dibujo, pintura y en cada una de estas vertientes se podrán observar diferentes técnicas, formatos y colores: “Hay desde acrílico, encausto, temple; es una exploración en todos los aspectos”, concluye el creador.