En su primera campaña completa como director técnico de Santos Laguna, el “Travieso” cumplió dos objetivos al final del torneo: salvar a los Guerreros del descenso y calificarlos al menos a la repesca.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Desde su debut como entrenador en el máximo circuito con Chivas Rayadas del Guadalajara, Daniel Guzmán ha tenido la difícil tarea de salvar a equipos de la quema del descenso para luego convertirlos en protagonistas de los torneos.
En el Apertura 2002, el “Travieso” tomó las riendas del Rebaño Sagrado, con quien tuvo un comienzo complicado en las primeras 12 jornadas, donde apenas obtuvo una victoria, pero al cierre de la campaña fue espectacular, para llevar a los tapatíos a los cuartos de final, siendo eliminados por el Toluca, que tuvieron en el mando a Ricardo La Volpe, Wilson Graniolatti y Alberto Jorge.
Para el Clausura 2003 Guzmán cambió de aires y firmó contrato con los Tiburones Rojos del Veracruz, que un torneo atrás habían apenas ascendido pero se encontraban en problemas en la porcentual. Daniel no sólo libró a los escualos de regresar a la Primera A, sino que los metió hasta semifinales.
El actual estratega santista se mantendría en el timón jarocho hasta el 13 de marzo de 2004, fecha en la cual fue cesado y su lugar lo tomaría Tomás Boy. Su excelente rendimiento con escuadras en problemas de descenso lo llevarían a suplir al peruano Julio César Uribe en el banquillo de los Tecos para el Apertura 2004.
A los emplumados de Zapopan además de librarlos de la quema de la porcentual los condujo de gran manera hasta la final del Clausura 2005, la segunda para los estudiantiles en toda su historia, misma que perdieron frente a las Águilas del América.
Su contrato con la UAG expiró con el subcampeonato obtenido, siendo llamado inmediatamente por los Rojinegros del Atlas, a los cuales dirigió por espacio de un año. y aunque el “Travieso” no pudo calificarlos, cumplió con la meta de librarlos del descenso.
Después de sus grandes actuaciones como “apagafuegos”, Santos Laguna requirió de sus servicios para el Apertura 2006, entrando al quite por Wilson Graniolatti. Con un plantel muy limitado, Guzmán alcanzó a sumar algunos puntos importantes para no arrancar tan rezagados este Clausura 2007. Y aunque las cosas no le salieron en el arranque, a pesar de contar con grandes figuras, a final de cuentas pudo alcanzar la meta de salvar a los Guerreros.