Un Carranza regional

Asegura Javier Villarreal Lozano que Venustiano Carranza debe ser un referente de los valores que definen a los coahuilenses

TORREÓN, COAH.- Como solamente lo puede hacer alguien que ha dedicado su vida al ejercicio del periodismo, Javier Villarreal Lozano se dio a la tarea de entregar a través de su libro Venustiano Carranza, la Experiencia Regional una imagen diferente del varón de Cuatrociénegas. El autor mezcla de una manera magistral la historia, la investigación y la crónica en un texto de colección para los coahuilenses. Villarreal Lozano presentó su ensayo biográfico en el Instituto Coahuilense de Cultura (Icocult) Laguna el pasado jueves 20 de septiembre, con los comentarios de Sergio Corona y Josefina Moguel. Este humanista brinda un ensayo biográfico de Carranza, un estadista que de presidente municipal de Cuatrociénegas - un pueblo de dos mil habitantes- se convierte en presidente de la República, y hace de Coahuila un laboratorio político para su proyecto de Nación. El Carranza íntimo que enseña Villarreal es el hombre visionario, una identidad cultural del Norte y más propiamente de Coahuila con los valores característicos de una región geográficamente difícil. “Carranza necesita ser revalorado de mejor manera, ya que es un referente de los valores que definen, o deben definir a los coahuilenses: el trabajo, la austeridad, la capacidad de sobrellevar los infortunios, esa tenacidad para luchar con un entorno verdaderamente hostil”.

■ ¿Cuáles son las zonas oscuras que pretendes iluminar a través de tu ensayo, en la vida de Venustiano Carranza? Yo como soy un historiador regional, me interesa el Carranza coahuilense, pero en general todas las biografías de Carranza se refieren al Carranza de dimensión nacional, este libro termina donde los demás comienzan, con el Plan de Guadalupe, es decir cuando Carranza deja el Gobierno, entonces esas zonas estaban poco exploradas, a esas zonas me refiero, a las anteriores.

■ Hay una zona en tu ensayo bastante iluminada y a la que le dedicas una parte especial y es la de Carranza como gobernador, cosa que ningún otro biógrafo hace, ¿con qué sentido? Porque estaba efectivamente muy poco tratado el tema de Carranza como gobernador y que nos interesa a nosotros los coahuilenses, sobre todo las cosas que hace y cómo es que construye una imagen como hombre nacional, creo que es una etapa que se tenía muy descuidada y es muy interesante estudiarla, porque ahí se ve cómo Coahuila es un laboratorio de lo que será el proyecto nacional de Carranza, sus preocupaciones por la educación, por los obreros y las demás que lo caracterizaron.

■ Entonces, ¿Coahuila refleja una situación sociopolítica cuyo manejo más adelante es referente del plano nacional? Sí, indiscutiblemente, por lo menos los intereses políticos que como gobernante Carranza encuentra en Coahuila le dará una dimensión nacional cuando es presidente de la República. Ese referente regional se vuelve nacional.

■ ¿A qué se debe que Carranza, a diferencia de otros personajes de la Revolución, logre llevar a cabo un proyecto político y se vea como un hombre con un carácter más definido? Quizás eso se deba a varias razones, por ejemplo Carranza pertenece a otra generación, es de una generación anterior a estos caudillos, por un lado; por el otro Carranza tiene un entrenamiento político como presidente municipal de Cuatrociénegas, como diputado, como gobernador de Coahuila y senador de la República, entonces tiene un juego que no tienen los demás, él sí aprende a gobernar y sabe lo que es gobernar y eso lo hace diferente a los demás, lo hace más estructurado, quizás no más carismático que Villa o más atractivo que Zapata, porque los políticos nunca han sido así como héroes populares, pero sí tiene una idea más clara de hacia dónde debe ir la Revolución. Además siempre se ve muy claro su respeto al Legislativo, cuando vota una Constitución en muchos puntos diferente a lo que él había planteado, con total respeto escucha y acoge a las instituciones, es un político maduro que no realiza un capricho, está tratando de conciliar con los sectores interesados, es un hombre que aprende a gobernar desde el ejercicio mismo del Gobierno, en todos los aspectos.

■ ¿Por qué entonces muchos sectores de la historia tienen la imagen de un Carranza latifundista, rico de poder, a qué se debe? No era un latifundista, incluso yo he debatido amistosamente con Enrique Semo, aclarándole que mil hectáreas de tierra en Las Ánimas, una región donde no hay una gota de agua, no es una riqueza. Carranza es un hombre del desierto, un hombre de frontera, un hombre que aprendió a luchar con la naturaleza. Tiene antecedentes familiares muy interesantes por el lado de su padre don Jesús, que es juarista, entonces eso lo hace de una formación ideológica definida, él cuando se lanza a la Revolución se pone constitucionalista, trata de volver al 57 para volver a tomar el orden de la Nación, todas estas cosas lo hacen diferente, no es un héroe popular definitivamente, no es un hombre rico, es un hombre acomodado en un pueblo de dos mil habitantes, pero sí tenía intereses intelectuales con los que no contaban el resto de los caudillos de la época, exceptuando a Madero.

■ ¿Es decir que Carranza es el personaje que comprende que lo más importante de la Revolución está en el después y que se tiene que acompañar de un proceso intelectual constructivo? Sí, yo creo que sí porque entiende que una cosa es ganar una Revolución y otra es reconstruir un país, algo muy claro es su proyecto, primero tiene que cumplir la misión de la Revolución, que es hacer el cambio de Gobierno lógicamente, porque con Huerta era imposible, pero sí ve más allá, y de ahí su preocupación por el Constituyente, y de ahí también su “error político” al manejar la sucesión, Carranza ya piensa que los militares deben hacerse a un lado del Gobierno, Obregón no está de acuerdo y surge el problema, pero creo que hay un intento de hacer civil el Gobierno y separarlo de las fuerzas militares. Reafirmar un Ejecutivo y separarlo de lo revolucionario, de las armas, del poder, de la violencia, que no se viene a cumplir sino muchos años después en México. La figura de Carranza es la de un hombre muy legítimo y con una idea muy clara, quizás le falló el tiempo, al tratar de instalar un Gobierno civil, porque estabantodavía muy poderosos los grupos militares, pero de todasformas hacia allá debía ir el Gobierno de México.

■ ¿Es Carranza una identidad cultural, política o social para Coahuila y verdaderamente se le reconoce como tal? Yo creo que después de ver su vida, su trayectoria política, etcétera, tiene una característica muy interesante nunca deja de ser norteño, nunca deja de ser coahuilense, nunca deja de comer tortillas de harina y nunca deja de pensar con ese pragmatismo al que nos ha obligado la naturaleza, es decir el norteño es diferente porque tiene que ser muy práctico para resolver los problemas. Carranza es una figura que retrata mucho el ser coahuilense y no solamente de Cuatrociénegas que es un lugar inhóspito en el que para sobrevivir se requiere tanto trabajo como acá en La Laguna, por ejemplo, es el mismo patrón de conducta del lagunero o del cienagense, que luchan contra la naturaleza y viven de ella, en ese sentido Carranza es muy norteño, muy coahuilense y está siendo revalorado como un referente para nosotros.

■ En el ensayo se observa a un Carranza más íntimo como padre, hijo, hermano, una vida casi privada, ¿quien trabaja más en el libro, el historiador o el periodista? Es difícil este trabajo porque Carranza era un hombre muy cuidadoso de su vida privada, nunca deja memorias, ni autobiografías y eso dificulta la investigación, sin embargo aspectos como estos son fundamentales para entender a un personaje. Esta era una inquietud que yo tenía desde hace mucho porque Carranza formaba parte de mi entorno familiar como lo digo en mi libro, mi abuelo paterno Gustavo Villarreal era su tesorero en el Gobierno del Estado, entonces hablar de Carranza era como hablar de un personaje familiar y eso me acercó mucho, pero a mí me sorprende y después ya con el tiempo me fascina, la idea de descubrir cómo un político nacido en un pueblo en el último rincón del desierto, un pueblo de dos mil habitantes, puede convertirse en una figura nacional trascendente y de gran peso histórico.

■ ¿Cuál sería el detonante que lleva a Carranza al poder? Yo siento que como todo en la historia es el personaje y la coyuntura, esta última se da con el asesinato de Madero, Carranza es gobernador del Estado y además tiene toda esa preparación, ese bagaje político, cultural, ideológico como para decir hasta aquí llego y vamos a enfrentar lo que viene, es decir que ahí estaba la coyuntura, pero también en el momento histórico el personaje idóneo para hacer frente a esa situación histórica, siendo un político de origen porfiriano no resultaría extraño que políticos ciento por ciento maderistas como Obregón y todos los demás no le disputaran el liderazgo, tuvo sus problemas con Villa, pero Villa era muy autárquico, digamos a este último no lo ves en una mesa de negociaciones o parecido.

■ ¿Entonces se conjunta el momento histórico con el hombre de carácter forjado por la dificultad del desierto? Sí, indiscutiblemente, todos los biógrafos, los amigos que lo conocieron dicen que era un hombre de un mucho carácter y de una valentía extraordinaria, que montaba más a caballo que cualquiera y cosas por el estilo. En fin, tenía la preparación y la fortaleza que da la lucha contra una naturaleza que es hostil, en el modo de vivir como de administrar y solucionar problemas.

■ ¿Cuál fue el mayor logro de Carranza como gobernador del Estado de Coahuila? Como gobernador yo creo que sienta las bases de muchas preocupaciones que posteriormente se desarrollan y que aún nos están causando preocupación. Por ejemplo Carranza, que es un visionario, es de los primeros que se da cuenta de la indefensión de los mineros del carbón, asunto que ahora vemos latente todavía, es el primero que empieza a llamarnos la atención sobre asuntos que actualmente están en el tapete de discusión, él tiene una idea que no prospera, de municipalizar la educación, un poco al estilo norteamericano como en los condados y sus escuelas, sin embargo ahora vemos que el otro sistema no funciona del todo bien y Carranza es un estadista en ese sentido, él piensa muy a futuro.

■ ¿Como presidente de la República su mayor logro para Coahuila? Para el Estado fue muy buen presidente, tuvo un buen gobernador, en ese momento que fue Gustavo Espina San Míreles y es una etapa donde hay crecimiento, escuelas, infraestructura, etcétera. Hay, digamos, un desarrollo considerable para el Estado en ese periodo.

■ ¿Una anécdota que quieras compartir que haya llamado tu atención durante la investigación? A mí me llamó mucho la atención cómo estando muy lejos de Madero, que era un místico de la democracia, cuando está en Las Ánimas construyendo la presa y vive en una cueva donde no hay nada, una cueva literalmente, y una de las pocas cosas que tiene consigo son las vidas paralelas de Plutarco, hay que imaginárselo, en medio del desierto viviendo en una cueva, construyendo una presa, y esa era su lectura, ahí se ve la personalidad clara de quien por un lado es práctico, como necesitaba agua para sus vacas construye una presa, por otro lado la valentía de vivir en una cueva venciendo las adversidades y por último como tiene otras aspiraciones se prepara con grandes lecturas.

Para conocerlo Javier Villarreal Lozano es un hombre que ha trabajado a lo largo de todo una vida no sólo en el ejercicio del periodismo práctico, sino también en el académico. ■ Ha laborado en la Escuela de Comunicación de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C) como fundador y catedrático. ■ Ha sido promotor cultural en Coahuila. ■ Fue el primer presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado. ■ Se ha hecho acreedor a innumerables reconocimientos, nacionales y estatales. ■ Actualmente es director del centro cultural Vito Alessio Robles. ■ También dirige el Comité de los Festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución en Coahuila.