El director de Seguridad Pública, Alfredo Castellanos (al centro), arribó al edificio pero los policías en paro no lo dejaban entrar. (Fotografías de Ángel Padilla)
La noticia del paro de labores de elementos de seguridad puso a temblar a algunos comerciantes del Centro.
El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- Como todos los días, la encargada del Bazar Monterreal de la colonia Tierra y Libertad llegó a trabajar pero no con la misma tranquilidad de siempre. Antes de salir de casa escuchó una noticia que la alarmó: “Los policías de Torreón hacen paro de labores”.
Las posibilidades de que sufriera un atraco eran mayores. Los rondines que días atrás hacían los uniformados cerca del negocio, por lo menos cada media hora, desaparecieron ayer, puesto que de las 200 unidades con las que cuenta la corporación, sólo un diez por ciento recorrió las calles de la ciudad. Los elementos del turno nocturno tuvieron que alargar su jornada ante el paro de la mayoría de sus compañeros.
La ausencia de policías alentó a un par de sujetos a irrumpir en un negocio. El blanco: un bazar. La víctima: una mujer sola.
Eran aproximadamente las 11:30 de la mañana. La mujer se encontraba detrás del mostrador. De pronto dos hombres, uno de ellos armado, le exigió, sin dejar de apuntarle un solo segundo, que le entregara parte de la mercancía que se encontraba en la repisa. Todo era de oro.
Cinco minutos bastaron para que los sujetos con el rostro descubierto escaparan con el botín, cuyo monto no fue revelado. Varios minutos después arribaron al lugar un par de policías preventivos acompañados por agentes de la Policía Ministerial para dar fe de lo ocurrido.
La joven mujer no podía creer lo que pasó. “Todo ocurrió porque durante la mañana estuvieron diciendo que no había policías porque estaban en huelga (...) los delincuentes claro que aprovecharon”, comentó la víctima cuyo nerviosismo se reflejaba en su voz y sus manos, las cuales no dejaban de temblar.
Quienes también comenzaron a temblar fueron los comerciantes del primer cuadro de la ciudad, cuando conocieron la noticia de que no había policías recorriendo las calles como todos los días, pues se encontraban exigiendo un aumento de sueldo afuera de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM).
“La verdad no lo habíamos notado, pero creo que de un buen susto no nos salvaremos, pues antes de que esto (el paro) ocurriera, los policías pasaban por lo menos cada 15 minutos, tanto a pie como en sus patrullas, ahora los delincuentes podrán aprovecharse”, comentó María Elena, empleada de una joyería.
Aurelio Banda, uno de tantos peatones que recorre la Zona Centro de la ciudad, calificó como justo el hecho de que los policías exijan un aumento de sueldo y mejor equipo, “pues ellos son quienes a diario arriesgan su vida por nosotros pero deberían de presentar sus quejas y llegar a un arreglo de manera privada, y no como lo han hecho pues exponen la seguridad de todos”.
Tanto comerciantes como peatones comentaron que con el paro de labores de los llamados guardianes del orden se sintieron más inseguros que en los últimos días, “debido al temor de que en cualquier momento se podría soltar una balacera como en días anteriores, y pues sin policías qué hubiéramos hecho”, comentó Aurelio Banda.
Reos reportan intento de motín al 066
La tarde de ayer se activó de nueva cuenta el llamado “Código Rojo”, luego de que se reportara al 066 un intento de motín en el Centro de Readaptación Social (Cereso), el cual quedó en una riña entre un grupo de internos que solicitaba salir de un área de castigo.
Guillermo Flores, supervisor de la comandancia Torreón de la Policía Preventiva Estatal, informó que a las 16:00 horas se recibió dicho reporte, lo que hizo que se aplicara de inmediato el “Código Rojo”, respondiendo en cuestión de minutos la corporación con cerca de 27 elementos con equipo antimotines.
El problema inició en el módulo 35, lugar destinado a los reos que han sido castigados por alguna falta, en dicho lugar se tenían hacinadas a 16 personas, cinco de las cuales quisieron incitar a sus compañeros para que se amotinaran.
Al no lograr su propósito, los cinco instigadores se hicieron de palabras con el resto de los reclusos, así como con un custodio, iniciándose así una riña entre dos de los alborotadores, la cual fue controlada por los elementos estatales.
El supervisor de la PPE agregó que fueron los mismos reclusos quienes hablaron por teléfono al 066 para reportar el intento de motín, ya que según indicaron estaban inconformes por las condiciones en que se les mantiene en las celdas de castigo.
Una vez controlado el incidente, los reos fueron enviados al área de indiciados en tanto se analiza su petición y se les da una respuesta a las mismas. (Por Guillermo Vacio)