Explican especialistas que los gliptodontes eran parecidos a los armadillos pero en tamaño gigante.
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BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Trabajadores de un vertedero de basura de las afueras de la capital argentina encontraron los restos de un gliptodonte que, según los expertos, podría llegar a tener una antigüedad de un millón de años.
El hallazgo fue hecho en la localidad de San Miguel, a unos 40 kilómetros de Buenos Aires, aseguró ayer lunes Esteban Soibelzon, paleontólogo del Museo de la ciudad de La Plata, quien se encargó de la remoción y la restauración de los restos fósiles.
“Esta fauna es característica de la región pampeana y calculamos que este ejemplar tiene una antigüedad de un millón de años”, destacó el experto en declaraciones a la edición electrónica del diario Clarín de Buenos Aires.
Soibelzon dijo que el último de los gliptodontes de este tipo se extinguió hace unos diez mil años.
El espécimen
El gliptodonte, cuyo nombre científico es Glyptodon Clavipes (del latín ‘diente de piedra’) era un mamífero, miembro del orden Xenarthra (desdentados) familia Glyptodontidae.
Este animal, relacionado desde siempre con los actuales armadillos, era nativo de América. El gliptodonte medía cerca de tres metros y pesaba cerca de una tonelada y media, siendo equivalente en forma y tamaño a un auto compacto.
Era un herbívoro y, por su constitución, se supone que no fue muy ágil. Su defensa contra los depredadores se basaba en su caparazón rígida. Las diferentes especies se distinguen por los patrones y tipos de caparazones.
Durante milenios muchas de esas caparazones permanecieron vacías a lo largo de las planicies de Río Grande y de Argentina, probablemente sirviendo de refugio para los humanos primitivos de la región.
El gliptodonte surgió en el Plioceno en América del Sur, migrando después al Norte, cuando el Istmo de Panamá unió las Américas.