Ojalá pronto encuentre Daniel Guzmán la fórmula y parar adecuadamente al Santos Laguna, ante cualquier rival, considerando que no hay enemigos pequeños, que todos están bien armados y que se necesita ganar muchos puntos para salvarse.
San Luis, que no es una perita en dulce, ha sido un interesante e incómodo adversario, donde se asomaron cosas que deben eludirse para evitar expulsiones innecesarias y para controlar mejor el carácter de algunos que están nerviosos o presionados.
Los de esta semana son partidos todavía de ajustes, muy especialmente en la zona defensiva, donde siguen los boquetes y por donde el rival podría entrar con ciertas facilidades, a menos que se ponga orden en tan importante zona.
También en la media cancha hace falta más enlace y entendimiento con su zona defensiva, para que el rival no tenga muchos espacios por donde moverse y decidir acciones que por ahora están generándose ahí, en el medio campo.
Hoy se puede hablar de que no hay aún un cuadro titular definido, y quedan opciones cada vez más restringidas para tal efecto. Los puntos tienen que acumularse pronto en el caso de Santos Laguna, pues no tendrá tiempo ni excusas para no hacerlo.
Con tres capitanes en acción, Santos debe mejorar su accionar en la cancha, y precisamente el Atlante deberá ser el siguiente sinodal para mostrar mejoría en muchas líneas, antes de que ese niño que camina cerca del pozo, se caiga.