Ayer, en Gómez Palacio, Durango, dimos el último adiós a Marcelino López Guzmán, el ?Charro?, gran amigo, con quien vivimos muchas etapas en este Diario, desde que llegamos a él a temprana edad, siendo uno de nuestros maestros en cosas deportivas.
Y es que él era uno de los grandes del deporte de la Comarca, a la que le dio sus facultades como beisbolista, y luego entró al periodismo con su leída columna ?Casos Deportivos? que escribió hasta casi el final de sus días en Ola Deportiva.
Un día, en los campos para el beisbol que se improvisaron en lo que ahora es la colonia Torreón Jardín, preparábamos una serie de reportajes sobre los diferentes lanzamientos que hace un serpentinero, y tomaba las fotografías Ramón Sotomayor Woessner.
Hasta allá nos llegó la noticia de que John F. Kennedy había sido herido de gravedad en Dallas, Texas, en 1963. Nunca lo olvidaremos porque iniciábamos, al lado de Marcelino, un nuevo andar en nuestra vida y nos metíamos de lleno a los campos del deporte.
Marcelino fue dirigente sindical en esta empresa y siempre se distinguió por su caballerosidad y su apoyo al beisbol. De la mano llevó a mucha gente a caminos de superación mientras colaboraba con cines de la localidad y la rama laboral federal.
Cuando ya no pudo andar por todos lados, desde su domicilio en Gómez Palacio seguía en contacto con el mundo deportivo, y desde ahí, a través de sus hijos, nos enviaba sus colaboraciones, demostrándonos que cuando se quiere ser útil, se puede. Descanse en paz.
