Estuvimos la mañana de ayer en Santa Rita, donde el ambiente en la cancha era alegre, como no se vivía hace mucho tiempo. Carlos Cariño salió con su tobillo derecho lastimado y con una bolsa de hielo en esa pierna, aunque también contento.
Pero se adelantó que podría estar ante San Luis, pues el capitán es de los que pronto reaccionan, porque pone siempre mucho de su parte. El más feliz era Agustín ?Galgo? Herrera, quien fue a saludarnos y a agradecer los apoyos que se le han dado.
Como es su costumbre, Guzmán al término del entrenamiento fue primero a su oficina y luego salió a platicar del partido ante San Luis, del ambiente que existe y de que se tiene que seguir trabajando para lograr el gran objetivo de salvarse del descenso.
El más amable y accesible del cuerpo técnico siguió siendo Luis Carlos Bongiovanni, quien hizo una descripción de lo que fue el trabajo del día, que abarcó diferentes áreas para darle acondicionamiento físico y mejoramiento en el juego de conjunto.
Los jugadores fueron dejando la cancha uno a uno, con espacios suficientes para darle oportunidad a los aficionados de recabar autógrafos y tomarse fotografías. Todos amables, a diferencia de otros días en que lo que anhelaban era irse a casa.
Todos saben que tienen que seguir trabajando, que no hay enemigo pequeño y que San Luis en su casa se crece ante un estadio lleno que lo apoya. Luego, a media semana vendrá Tigres, y la doble jornada terminará en Guadalajara ante el Atlas.