A los ocho minutos, Tigres cobró por izquierda una falta, la pelota fue a donde estaba atento el colombiano John Javier Restrepo, quien al recibir el inesperado regalo no lo pensó dos veces y como no queriendo la mandó al arco de Francisco González.
Éste ni se lo esperaba, la pelota ante la angustia de los aficionados que llenaban el Corona, se fue adentro. Sería el único gol del partido, y cómo pesó el resto del encuentro, porque los de casa dominaron, intentaron, pero nunca pudieron anotar.
El atardecer había sido alentador, cuando se dio a conocer por el sonido local que en el Azteca el Atlante había goleado 3-1 a Querétaro. Todo pintaba para despegar en la lucha por el no descenso, pero no se pudo, por más que se intentó.
Tigres, que se paró al inicio ofensivo, apenas anotó y cambió el sistema. Sobre todo en la segunda parte el que dominó y no prestó el balón fue Santos, pero por más que se intentó, con oportunidades creadas, nunca se pudo meter la bola en la puerta de Cirilo.
Y luego, este joven arquero, que estuvo en Santos fogueándose, se dio el lujo de parar algunos disparos mostrándose seguro y además afortunado, pues sobre todo un balón que parecía irse adentro, lo sacó con un pie utilizando sus reflejos.
Y ya quedan siete partidos. Santos tiene tres juegos fuera y cuatro en casa: Los primeros con Atlas, Jaguares y su última salida será a Pachuca. Y recibirá a Veracruz, y luego tendrá dos seguidos aquí, ante Toluca y Atlante y cerrará con Cruz Azul.
