Gran nerviosismo han acusado los directivos del Veracruz en este torneo. Y la prueba más palpable es que Tiburones Rojos es el equipo que más técnicos ha tenido en lo que va del Clausura. Inició con Pedro Monzón y siguió con Carlos Barra.
Luego tuvo a Emilio Gallegos y recientemente ha contratado al paraguayo Aníbal “Maño” Ruiz para hacerse cargo de la dirección técnica. Además, entre los jugadores hay gran intranquilidad por todo lo que pasa en las oficinas del club.
Buscando darle efectividad a su línea defensiva contrató los servicios de Sebastián González, el chileno que tantas glorias tuviera con el Atlante. También llevó a Cesáreo Victorino y al polémico yerno de La Volpe, Rafael “Chiquis” García.
Hoy en día, Veracruz está en la parte baja del Grupo Dos con diez puntos, siendo ligeramente mejor que el Monterrey que con tanto descalabro apenas ha reunido ocho puntos. Además, la línea ofensiva del Tiburón es de las menos efectivas.
Todos estos antecedentes no le sirven mucho a Santos Laguna, que debe trabajar sin confianzas para su compromiso del domingo, pensando solamente en hacer su juego, tener mucha atención en su media cancha y en su zona defensiva.
En Santa Rita volvimos a ver entrenando con el primer equipo a jugadores que fueron facilitados al de Primera A, como Sonny Guadarrama, Joaquín Reyes, Jorge Campos y Rafael Grimaldo. De ellos uno podría estar en la banca ante Veracruz.