Dos jugadas fueron clave para que Santos Laguna no consiguiera ayer en Tuxtla Gutiérrez un mejor resultado que le hubiera ayudado en su peregrinar hacia la salvación. El error de “Guti” Estrada, que permitió un gol, y el penal fallado por Juan Pablo Rodríguez.
La iniciativa la tuvo Santos casi todo el tiempo, y fue una grata nueva volver a ver a Matías Vuoso anotando, a su estilo, aprovechando un gran centro de Daniel Ludueña, que se vio muy recuperado de sus dolencias y anduvo jugando voluntarioso.
Este partido había despertado grandes expectativas, por la triste historia que tienen los enfrentamientos entre Jaguares y Guerreros en la selva chiapaneca, y sobre todo por el recuerdo de ese 5-1 que tanto daño hizo al conjunto de la Comarca en el pasado.
Santos tiene que seguir trabajando pues le quedan cuatro partidos importantes, tres de ellos en casa, primero contra el Toluca y luego contra Atlante, saldrá ya solamente para enfrentarse al Pachuca, el mejor del torneo, y cerrará aquí con Cruz Azul.
La mala suerte que parecía haber dejado en paz al Santos, volvió a hacerse presente ayer, y los descuidos defensivos volvieron a causar problemas. Y muchos seguiremos pensando que hubiera sido mejor iniciar con Édgar Castillo, por todo lo que estaba haciendo.
Pero las lamentaciones no quedan, solamente el trabajo y hacer la hombrada de ganarle a los cuatro que faltan, no importa su historial y lo que estén haciendo actualmente, pues a Santos Laguna le urgen los puntos porque Gallos Blancos y San Luis apretarán.