Esa gran presión que tanto tiempo tuvo Santos Laguna ha ido desapareciendo con mejores resultados, y sobre todo por el gran apoyo que los jugadores han tenido, primero de parte de los dueños del equipo, y luego de los aficionados.
Con salarios que llegan puntualmente, con muestras de aliento externadas en todas partes, los jugadores se han sentido respaldados en su lucha por el no descenso, un fantasma que no desaparecerá quizá hasta el fin de la temporada.
Porque Querétaro presionará. Allá no hay buenos salarios ni pagos oportunos, pero tienen dos o tres líderes en la cancha que mucho influyen, impulsando en cada entrenamiento a poner todo el esfuerzo, y esto lo aplauden también sus aficionados.
Aquí, como es tiempo de vacaciones, todos los días las afueras de Santa Rita registran numerosos visitantes, que van en busca de un autógrafo o de conocer a sus ídolos. Muchos vienen acompañados de toda la familia de la Unión Americana.
Afortunadamente, los jugadores complacen de buena manera esas peticiones, y esto es de tomarse en cuenta, pues en otros lugares, muchos de los llamados divos no tienen ni siquiera una mirada para quienes los siguen y los apoyan.
Santos tendrá hoy otro interescuadras, aunque ya parece estar definida la alineación que recibirá a los Diablos Rojos, que vendrán acompañados por la plana mayor del equipo, encabezada por la familia Díez, que en vida encabezó don Nemesio.
