Primero hay que ordenar las ideas y ver cómo termina todo esto de la repesca, y quizá hasta la liguilla, pero desde hace tiempo es un secreto a voces que en la organización de Santos Laguna hay planes a lo grande, y que se aceleran con lo que ha ocurrido.
A Alberto Canedo le quedó pendiente una promesa, hecha en los tiempos de Carlos Ahumada, o sea la construcción de un estadio para Santos. Esto nunca se ha olvidado, y desde hace tiempo corren rumores sobre la posible cristalización del proyecto.
Fue durante la Copa Libertadores, en donde participaba Santos, cuando Canedo Macouzet se paró en el centro de la cancha y anunció la construcción de un estadio. Vinieron los sucesos que usted ya conoce con los videoescándalos y todo quedó en promesa.
Pero con la llegada de Alejandro Irarragorri, y sobre todo con el respaldo de los patrocinadores, se fortaleció el equipo, que no despegaba hasta la fecha ocho, cuando se le ganó a Monarcas y después al San Luis en su propia casa tunera, y hubo otros planes.
Y como se siguió sufriendo, pero esto es cosa del pasado y ahora a ir con todo de nuevo ante el San Luis, que es cliente, y después, si se avanza, contra el Pachuca, que no cree en nadie pero que tiene su talón de Aquiles sabiendo marcarlo bien.
Mientras tanto, si a los postes de las cabañas del Corona les fuera permitido quejarse, todavía estarían doliéndose de ese trallazo que tiró Jared Borgetti y por poco se convierte en uno de los mejores goles del de Culiacancito, pero lo falló y qué bueno.