Relajados, tranquilos, los jugadores del Santos Laguna iniciaron la repesca perdiendo con un gol de Braulio Luna, en un partido de bostezos, sin grandes emociones, donde el mismo silbante Mauricio Morales parecía caerse de sueño.
Jugadas erráticas, muy alejadas de aquel accionar que tuvo Santos Laguna rumbo a su salvación, dejaron asombrados a los aficionados que casi llenaron el Corona. Bien replegados atrás, los visitantes empezaron el encuentro, dejando sólo a Guerrero adelante.
Por ello, aunque Santos quisiera tomar la iniciativa, no lo podía hacer porque el balón era retenido a placer por los tuneros, y en especial por Adrián Martínez quien sumó muchísimo tiempo sobando el balón, sin despejarlo.
El veterano arquero se adaptó muy bien al estilo de Raúl Arias, para no soltar balón, y luego los de casa, después del minuto 20 de la segunda parte quisieron reaccionar pero no les alcanzaba para nada, estando Adrián “El Grande”, casi como espectador.
Las únicas amenazas de los albiverdes las puso, para variar, Daniel Ludueña, sobre todo con un tiro que pegó en el travesaño, pero sus pases no eran aprovechados por Fernando Ortiz o por Édgar Castillo, mientras que los delanteros laguneros, como siempre no aparecieron.
Se ve difícil el panorama, a menos que Santos vaya a San Luis con otra idea y con ganas de sacarse la espina por lo que no hicieron ayer en el Corona, donde aburrieron a unos aficionados que esperaban más del equipo que había provocado la Santosmanía el domingo.