Primero, entre los seguidores del Guadalajara apareció la desilusión en el Estadio Jalisco, después el lanzar a la cancha las camisetas blancas que les habían regalado antes del partido Chivas-Águilas. Y no era para menos, pues en la cancha sus ídolos fallaron.
Fue una sorpresa no ver al Rebaño como en otros tiempos, luchando, entregándose, peleando palmo a palmo cada balón. Esta vez parecía que cada quien tiraba por su cuenta y para su propia causa, olvidándose del juego de conjunto, tan característico en Chivas.
Hasta sorpresivos parecían los gestos de Gonzalo Pineda, después de ser expulsado. Una y otra vez repetía el signo de dinero y el arrojar billetes, aludiendo a la actuación de Jorge Eduardo Gasso, quien fue el encargado de sancionar el partido.
Seguramente esto le traerá serios problemas al jugador, que tendrá que explicar detenidamente el motivo de sus gestos y de sus ademanes, y ocurre esto cuando el horno no está para bollos, después de lo que pasó en Cruz Azul con su jugador Carmona.
Y todo es un caso muy especial para Jorge Vergara, quien tanto ha presumido de tener el control de todas sus propiedades, haciendo incluso apuestas ostentosas cada vez que se enfrentan sus Chivas Rayadas con las Águilas del América.
Por lo pronto, ya se prepara el último platillo, donde los cremas de Luis Fernando Tena estarán disputando el título ante los Tuzos del Pachuca, que muy descansados y concentrados esperan volver a ser campeones de nuestro futbol.
