En el cielo lagunero muchas cosas andan volando. No solamente las aves que se posan ya en la Alameda Zaragoza o en la Plaza Principal, o las tolvaneras que se aparecen cuando menos se les espera, sino también muchos pendientes que tiene el Santos Laguna.
Porque ahí el único seguro desde que llegó Alejandro Irarragorri lo es Daniel Guzmán, aún en tiempos de amenazas de descenso, lo demás está en veremos, como la definición del arquero suplente, la de Vicente Vuoso, lo de Carlos Cariño, etcétera.
También está por verse y analizarse lo de la venta de Mauricio Caranta al Boca Junior o el intercambio de algún jugador por él. Y los que vendrán a sustituir a los transferibles ya oficiales: Gerardo Espinoza, Jorge Campos, Elgabry Rangel y Joaquín Villarreal.
También sigue en el aire lo del nuevo estadio, y mientras, los aficionados seguirán tolerando las molestias que ocasiona asistir al Corona. En fin mucho por definir, por aterrizar, pero todo indica que no hay ninguna prisa.
Podrían estar esperando la realización del Draft, que se efectuará en Cancún desde el domingo diez de junio en adelante. También está pendiente la forma en que se trabajará con el equipo de Primera A, que todo indica seguirá en tierras laguneras.
Despacio, que voy de prisa, decía Napoleón, y parece ser la frase de los directivos del Santos Laguna, que ya relajados de la tensión del descenso se dedican ahora a intentar retomar el paso, con un relativo descanso que sienten ya merecían.