Santos Laguna es a fin de cuentas un negocio particular, donde toman las decisiones los que son dueños del balón, o sus representantes. Así que será el tiempo el que dirá si las decisiones que hoy se toman en el seno de este equipo son acertadas.
Ha llegado gente al equipo que está cambiando las cosas de una forma que sorprende. Por ejemplo, en fuerzas básicas, donde por fin se estaban cosechando los esfuerzos y trabajos de muchos años, han cortado la cabeza principal para poner a un recomendado.
Somos testigos de primera fila de cómo se ha luchado ahí. Muchas mañanas hemos estado temprano viendo cómo inician los trabajos, y cómo se han ido encontrando los caminos para llevar al primer equipo a los de la cantera, donde hay varios laguneros.
Dos de ellos llegaron incluso a la Selección Nacional, como fueron los casos de Joaquín Reyes y de José Antonio Olvera, y teniendo constante presencia en las selecciones juveniles, con casos como Édgar Castillo, Sonny Guadarrama, Osmar Mares, etcétera.
También sorprende la recontratación de Vuoso, un jugador de facultades pero que por distintas causas se fue perdiendo en la oscuridad de los nuevos tiempos. También el tratar de separar a Elgabry Rangel que seguía creciendo mientras más atención tenía.
Uno, al igual que muchos aficionados, puede decir misas y cosas más, pero no valen, pues a los que representan ahora al equipo les tiene sin cuidado. Hoy nos sentimos extraños o extranjeros en una tierra a la que ayudamos a quitarle cardos y abrojos.
