Será hoy, en que la Selección Mexicana se enfrenta a la de Paraguay, cuando sabremos cómo está el equipo bajo la dirección de Hugo Sánchez, porque ante Irán, un rival a modo, no hubo manera de establecer si empezamos por fin a avanzar.
Muchos elogiaron al Tri por la goleada que dio a los persas, pero este equipo no fue el mismo que acudió al Mundial de Alemania, y los que estuvieron en San Luis eran leñadores o golpeadores de tobillos y pantorrillas, sin grandes estrellas.
Es cierto, como en cualquier práctica con un rival a modo, hubo goles, algunos de buena factura, como ese de rápidos reflejos de Jared Borgetti y el de Torrado. También pudo lucirse en algunas jugadas por la banda el tapatío Andrés Guardado.
Entonces, esperemos a lo que pase ante los guaraníes, que sí tocan bien, que saben ir al frente y defender con garra y de otra manera. De entre lo bueno de esta nueva era es que por fin se están convocando solamente a mexicanos, dejando a un lado a los extranjeros.
Ojalá que con el tiempo, Hugo Sánchez muestre que Ricardo Antonio La Volpe estaba equivocado cuando decía que llamaba a los nacidos en otros países, especialmente en Argentina, porque en México no había, por ejemplo, buenos delanteros.
Hay mucho por hacer y corregir con los jugadores mexicanos. Quizás les enseñen a reclamar menos a los árbitros para que se concentren en el juego. En los partidos europeos casi no se ven reclamaciones de los jugadores, como ocurre aquí.