El nivel de nuestra selección mexicana de futbol es más o menos como se desenvolvió ante su similar de Paraguay, un equipo muy diferente al que envió Irán a San Luis Potosí. Por ello, lo decíamos, no había que hacer tanta alharaca venciendo a los persas.
Hemos avanzado, claro está, pero todavía falta mucho por hacer. La época de Hugo Sánchez apenas empieza y este técnico tiene mucho por trabajar y corregir, lo primero sería que se olvidara del protagonismo personal para pensar en sus nuevas tareas.
La gente joven está ya empujando fuerte, como son los casos de Andrés Guardado y del arquero Francisco Guillermo Ochoa. Además las oportunidades que se están dando a Fernando Arce y Omar Bravo podrían redituar en mejores actuaciones.
Siempre habrá sectores informativos que magnificarán lo hecho por el Tri, como ocurrió inmediatamente de ganarle a Irán, y éstos mismos empezarán a promover a sus consentidos para ubicarlos ya en equipos europeos, lo cual por lo general no es cierto.
En esta Copa Oro que se inicia para México este viernes, los primeros rivales son cómodos, con excepción del seleccionado de Honduras, porque a Cuba y Panamá se les debe ganar y con amplios márgenes, no así cuando enfrenten a los catrachos que son impredecibles.
La Copa Oro de futbol está a modo para que el director técnico tricolor Hugo Sánchez Márquez empiece a tener triunfos que le ayudarán en su ego personal, y ojalá que algo saquen de beneficio los jugadores que ha llamado para integrar el equipo nacional.