En Cleveland aún no salen de su asombro después de que los Cavaliers cayeron en la AT&T Arena ante las Espuelas de San Antonio, donde el trío dinámico, formado por Tony Parker, Tim Duncan y Emmanuel Ginóbili dieron vida a una aplanadora.
El partido, que había iniciado con nerviosismo por parte de los dos conjuntos, fue pronto dominado por los texanos, pero al iniciarse el segundo cuarto los de Cleveland empezaron a reaccionar, mas no así su gran estrella Lebron James.
James, que muchos dicen será el sucesor de Michael Jourdan, fue anulado casi por completo por Bruce Bowen, quien pronto tomó la medida de la estrella de los Cavaliers y no le permitió las libertades que tanta fama le dieron durante el torneo.
Tim Duncan podría ser la gran figura de esta final. Él, a diferencia de otras estrellas, aparece siempre sereno, y sin aspavientos va haciendo lo suyo en cada acción, mostrando sobre todo gran concentración al ejecutar los tiros libres.
En cambio, James se muestra nervioso de principio a fin del partido, por lo que los asesores del equipo han tenido largas pláticas con el hombre de los muchos tatuajes, pidiéndole superar esa crisis emocional por la que está pasando.
Ahí mismo en San Antonio será el segundo juego, y hasta ahora todo indica que las Espuelas podrían salir de casa con dos importantes victorias, a menos que aparezca la reacción de los Caballeros, de los que se esperaban más cosas en esta final.
