Hace dos años, cuando México participó en la Copa Oro y no le fue bien, el crítico más duro de Ricardo Antonio La Volpe, técnico del Tri, lo fue Hugo Sánchez. Esto lo recordamos cuando el viernes por la noche México estaba perdiendo con Cuba 1-0.
Vino por fin el gol del empate con el sello de la casa, anotado por Jared Borgetti, y luego Nery Castillo anidaría por fin el del triunfo para que Hugo respirara un poco y empezara a revisar estrategias y lista de jugadores a utilizar en el próximo encuentro.
Hugo seguramente entenderá que no se trata de estrategias sino de entrega y actitud, porque algunos de sus convocados no salieron inspirados, motivados ni deseosos de conseguir el triunfo, ante un rival, para ellos cómodo.
A los que han seguido los pasos del seleccionado cubano, lo hecho ante México no fue una sorpresa. En la eliminatoria al Mundial, Cuba fue un rival ya de respeto, que hizo ver mal a la misma Costa Rica, que con apuros calificó para ir a Alemania.
Que quede constancia que en Cuba no hay futbol profesional, que sus seleccionados son sumamente jóvenes, sin experiencia en el futbol de paga, no andan en giras costosas y apantalladoras por el mundo, ni enfrentándose ante rivales que se les escoge.
Mientras no tengamos buenos resultados no debe haber loas, incluyendo al técnico en turno. En México hay buenos equipos, pero muchas veces no asoma en ellos la actitud y profesionalismo de sus integrantes, y en un juego de conjunto esto es mortal.