De la media para adelante hay ahora más velocidad y contundencia en Santos Laguna. Si en la campaña anterior Daniel Ludueña hizo goles y armó jugadas interesantes, en esta se ha convertido en la bujía o el pivote del accionar santista.
Por sus botines pasan muchos balones que llevan buen destino, buscando la contundencia de sus compañeros, o bien el mismo marco rival, pues el argentino tiene la mira bien enfocada y además sabe enviar buenos centros en los tiros de esquina.
Ahora hay más labor de sacrificio de parte de Walter Jiménez, quien está dedicado a acarrear balones, quedando más atrás de como a él le gustaría, pues también tiene vocación goleadora, como lo mostró tantas veces con los otros equipos por los que pasó.
En la media falta un poco más de soporte de parte de Juan Pablo Rodríguez y de Paco Torres, quienes no han entrado del todo en el ritmo de la cintura santista, ahí donde el Hachita es el que lleva la batuta con gran soltura.
Y cada vez mejor el acoplamiento de la dupla argentinoecuatoriana formada por Vicente Matías Vuoso y Christian Benítez, que en Santa Rita ensayan una y otra jugada para luego ponerlas en práctica, a plenitud, en el partido oficial.
Viene Veracruz con aires renovados del mar, con muchos deseos de ir dejando atrás a Santos Laguna en la tabla de porcentaje, donde hoy ambos equipos comparten guarismos muy parecidos. Alguno de los dos empezará a despegar el domingo.
