Más pronto de lo que imagina, esta columna cumplirá 40 años de vida. Se llamó al principio Un Minuto de Futbol, y cuando el balompié profesional desapareció en la Comarca, al venderse el Torreón y el Laguna, cambió a su nombre actual.
Ha vivido de todo. Al principio, cuando la reescribían en los linotipos, no aparecía porque la encontrábamos en la basura. A alguien no le gustaba que tuviéramos vida. Luego tomó curso normal y apareció en lugar destacado, porque ganó ese sitio.
Desaparecieron los Diablos Blancos y la Ola Verde y siguió existiendo, pugnando porque hubiera buen futbol en la Comarca. Solitarios andábamos en esos menesteres. Cuando llegó Santos se nos pidió apoyo, y pusimos una sola condición:
Que los niños que quisieran ir al Corona entraran gratis. Se respetó hasta que se llegó a Primera División. Hoy, solitarios, como siempre, viendo que muchos niños de escasos recursos no pueden pagar un boleto, retomamos la vieja petición.
Y esta consiste en que alguien, con influencia, pugne, luche, haga gestiones para que la señal de la televisión se abra en la Comarca, y la gente, sobre todo de escasos recursos, que tanto ha apoyado al Santos pueda ver los partidos destinados hoy a la élite.
Esta columnita, tan zarandeada, criticada y menospreciada, seguirá en lo suyo, porque no tiene el fin de destruir a nadie, menos a las familias que están detrás de los jugadores, sino buscar que todos disfruten de un espectáculo que gusta y que merecen todos.