En nuestro pequeño guardarropa hay una camisa que guardamos con especial afecto. Nos fue regalada el 12 de enero de 1999 en Mazatlán, Sinaloa, cuando Lee Treviño, el famoso golfista, inauguró la ampliación del campo de golf del Cid Resort.
Ahí platicamos mucho con el famoso tex-mex que tanta fama cobrara por sus facultades en el golf, y con él comentamos que este deporte lucía apropiado sólo para la gente pudiente. Meditó nuestro comentario y nos dijo con mucho orgullo:
Pero para mí fue un motivo de superación, como un reto, pues de niño recogía pelotas que mandaban cerca de mi casa, en las afueras de Dallas, y yo, al regresarlas, me maravillaba con un deporte que cambiaría mi vida, y conste que no era rico.
Fue una plática que aquí escribimos cuando regresamos de Mazatlán, y la recordamos hoy que seguimos alegrándonos de que Lorena Ochoa, nuestra mejor golfista, siga ganando campeonatos donde va, lo mismo en Europa que en Estados Unidos o México.
Su más reciente hazaña ocurrió en Portland, Oregon, donde conquistó el Safeway Classic, incluido en el circuito LPGA (Asociación Femenil de Golfistas Profesionales), con cinco golpes de diferencia para su sexto triunfo en lo que va de este año.
Por todo lo que ha estado haciendo Lorena, hoy está nominada para ser la Deportista del Año, por lo que ha realizado de agosto de 2006 a agosto de 2007, superando en mucho a otras notables deportistas de otras ramas del deporte.