Cuando nació esta columna, hace cosa de 40 años, uno nuestros proveedores de noticias era Otto Shott, arquitecto, directivo de aquella Ola Verde y una de las personas que nos daban facilidades para realizar nuestro quehacer, pisando cancha y oficinas.
Y con él seguimos platicando de vez en cuando de futbol. Ayer nos decía que le llamaba la atención como es que Santos yendo ganando partidos, hasta con dos goles de diferencia, termina empatado por el empuje de los rivales.
Casos concreto que menciona son los de Atlante-Santos y Jaguares-Santos. En el Andrés Quintana Roo, en la fecha seis, Santos empieza ganando con goles de Benítez y de Ludueña y termina el encuentro con empate y goles de Maldonado y Toledo.
O sea que deja ir dos puntos que hoy serían de oro. Luego, en la jornada diez, de nuevo empieza ganando con autogol de Jesús Gutiérrez provocado por “El Lorito” Jiménez y de Christian Benitez, y vuelve a terminar empatado con goles de Cámpora y Brown.
Agrega Otto que le llama la atención la forma en que el profesor J. Guadalupe Cruz, timonel del Atlante, hace reaccionar a sus Potros, pues de ir perdiendo hasta con dos goles de diferencia, como ocurrió ante Santos, termina empatando o ganando.
¿Qué sucede? Pregunta Otto, es el timonel y su estrategia o es el sistema en si, o son los ajustes de última hora, mal hechos, o cambios de hombres y de jugadas cuando se requiere más atención, dedicación y aptitud. ¿Usted qué opina?