Ante Morelia, sobre todo en el partido de vuelta, Santos Laguna jugó un tanto relajado, sin tanta presión, y acomodando su accionar a las respuestas del rival. Era tiempo de hacerlo así, pues la ventaja era importante y sólo había que dar el puntillazo.
Cosa muy distinta será el partido de ida mañana, en plena CU, donde los Pumas buscarán desde el arranque conseguir la ventaja para venir al Corona con puntos a favor y así tomar desquite de todo lo que se les ha hecho en el torneo y en liguillas.
Se espera que para mañana Christian Benítez esté bien descansado, que haya dormido mejor y que pueda volver a la efectividad que ha acusado por lo general y que perdió lamentablemente el domingo anterior, cuando no encontraba el balón.
Por lo que respecta a Daniel Ludueña deberá seguir con su mismo estilo, en el que aparenta no quebrar un plato pero sorprendiendo siempre a los rivales con sus madruguetes, lo mismo cuando cobra tiros de castigo que cuando da pases.
Hay un gran entendimiento entre él y sus compañeros, especialmente Castillo y Vuoso, que ponen en práctica lo que ensayan en Santa Rita. Y de Miguel Becerra se esperan otras buenas actuaciones después de que, encomendado al Señor, se pone a atajar.
Mañana es día clave en las aspiraciones del Santos. Pumas pregona por todos lados que con su velocidad y su orden al ataque podrían acabar pronto con su rival, pero la respuesta debe ser la atención y la aplicación de los Guerreros en cada jugada.
