Ayer fue un día especial en la Comarca, lleno de interrogantes y de desilusiones. ¿Dónde quedó el superlíder del Apertura 2007? ¿Por qué fue arrollado de pe a pa por un Pumas que entró a la liguilla vía la repesca, después de temporada irregular?.
Esto y muchas cosas más estaban acompañadas de otra gran pregunta: ¿Podrá Santos Laguna, con esa capacidad que mostró en la temporada regular, revertir las cosas? Y la respuesta es muy sencilla: Si Santos recibe a Pumas con la misma indolencia, está fuera de la liguilla.
En cambio, si saca la casta, si hay aplicación en cada jugada, si se juega a ganar y cada jugador está en su posición, podría esperarse el milagro. De lo contrario, vayámonos resignando a haber tenido una gran ilusión, la más apantalladora, y nada más.
Muchas cosas aparecieron en ese histórico partido en CU: La falta de un sistema adecuado, mientras del otro lado todo era orden, actitud, disposición, ganas de arrollar al rival para que no hubiera dudas y no culparan al árbitro de una victoria clarísima.
¿A qué jugó Santos Laguna? Es cierto, hay días, tardes y noches malas, pero la del jueves fue la peor de esta campaña para un equipo que mostró sobrados méritos, como para ser campeón indiscutible. Todo se vino abajo en una noche negra.
La afición santista, la buena, la fiel, la que ha acompañado en todo momento, ahí estará mañana en el Corona. La ocasional, la oportunista, ayer se volvió ojo de hormiga, sin dar la cara después de haber separado boletos que ya no quería comprar.
