Acertado y oportuno el comentario que hacía aquí Raúl Zugasti Reyes, Coordinador de META. Refiriéndose a como cambian las presentaciones de los refuerzos que trae Santos Laguna. Y dice lo que ocurrió cuando vino Oswaldo Sánchez y compañía.
En esa ocasión había que tener invitación especial y él fue de los que se quedaron afuera, como si fuera un desconocido, después de tantos años de trayectoria periodística deportiva. Hay que recordar también lo que ocurrió cuando se anunció el nuevo estadio.
Ahí, muchos, incluyendo el que esto escribe, no teníamos acreditación para ingresar, y por poco quedamos fuera, hasta que un empleado de comunicación se compadeció y nos dieron un gafete. Adentro había gente que no era periodista y hasta tenía gafete de dama.
En cambio, los periodistas que vinieron de fuera, especialmente del D.F. tenían un lugar preferente, adelante, mientras los locales estábamos en galería, separados de la élite. Si fuera otra la realidad, no nos constaría, pero lo vivimos en carne propia.
Es por ellos que, ante los capitalinos que vienen ahora a dirigir el Santos Laguna, tenemos que seguir insistiendo en que los comunicadores laguneros deben tener un lugar especial, pues en la mayoría mucho han ayudado para lo que hoy tenemos.
No por uno o dos la paguemos todos. Entre los jóvenes comunicadores hay muchos valores y no se deben menospreciar. Y a todos les pedimos puntualidad porque otros se quejan de que llegan tarde. Así que no haya mot
ivos para que se nos haga a un lado.