Todavía algunos equipos de Primera División no dan su pleno consentimiento para el impulso de las fuerzas básicas. Prueba de ello es que ya para finalizar los últimos campeonatos, hay conjuntos que sufren para cumplir con una regla.
Esta se refiere a la obligatoriedad que cada club tiene de utilizar jóvenes menores de 21 años para que tengan oportunidades los representantes de la nueva generación, lo que antes no ocurría, sobre todo en los llamados equipos en apuros.
Y ha sido interesante comprobar como esas oportunidades que se le han dado a los jóvenes, han servido para impulsar nuevas figuras como han sido los casos, a nivel local, de jugadores como Edgar Castillo, Osmar Mares y Agustín Herrera.
En Atlas hay desde hace mucho tiempo una atención para la formación de jugadores. De ahí salieron, a temprana edad, valores como Oswaldo Sánchez, Jared Borgetti y Rafael Márquez entre otros. Su crecimiento se dio en forma oportuna.
Del mismo equipo tapatío surgió recientemente Andrés Guardado, que ahora milita con el Deportivo La Coruña, donde a pesar del mal paso que lleva el equipo, “El Principito”, como se le llama allá, ha mostrado méritos suficientes para triunfar.
En Santos, para la próxima temporada, esperamos la aparición de nuevas caras, entre ellas el joven delantero Alberto Pacheco, de quien nos hemos ya ocupado, y quien ha trabajado con el equipo de Primera División y está listo para debutar.