No sólo en el renglón educativo, sino también en el deportivo, la Escuela del Centenario de Torreón ha tenido una historia muy importante en la Comarca. De ahí surgieron muchos que serían hombres útiles para su comunidad, muy bien preparados.
Y seguramente esto continúa hasta nuestros días. Y fue también la llamada “Catedral del Basquetbol” donde por los años cuarentas, cincuentas y sesentas del siglo pasado se celebraron infinidad de torneos del deporte ráfaga, abarcando todas las categorías.
Y la figura principal e inolvidable en el impulso de la rama lo fue el señor Alfonso Esparza Hernández, quien, como no ha ocurrido más, patrocinaba un gran número de equipos, entre los que incluía los de la Escuela Infantil de Basquetbol Alfonso Roldán.
No sólo auspiciaba los famosos Torreones, Campeón y Junior sino también los Esparta. En tiempos invernales, los partidos se celebraban en pleno frío y los que competíamos no lo sentíamos tanto por las ganas que todos teníamos de hacer deporte.
Don Alfonso hablaba siempre del día en que Torreón tuviera un gimnasio para que el escenario fuera más acogedor, y muchas fueron las gestiones que al respecto hizo, como nos costa de primera mano por estar a su lado, laborando en esta Casa.
Por ello, ojalá un día, uno de los gimnasios de Torreón lleve el nombre de Alfonso Esparza Hernández, porque hizo él todos los méritos para ganarse un lugar importante en la historia del deporte lagunero. Las promesas para este homenaje deben hacerse realidad.