Desde Los Ángeles, California, nos escribe Noé Fernández Hoyo y dice: “Yo, como usted, también jugué basquetbol en la Escuela del Centenario en 1975 y 1980. Mucha gente decía que cuando don Alfonso Esparza muriera se terminaría el basquetbol lagunero.
Y así fue, nunca va a ser lo mismo después de la muerte de don Alfonso, así que creo sería una gran noticia que el Auditorio de Torreón llevara su nombre, ya que para mí y muchas gentes que jugamos basquetbol en los Torreones eso sería de justicia.
Además, se inmortalizaría el nombre de un hombre que nos dio mucho a todos. Mi nombre es Noé Fernández y tengo viviendo en Los Ángeles, California, más de 20 años. Muchas gracias”. Y agregamos que nuestro comentario sobre el tema tuvo eco.
Porque no sólo de Los Ángeles, sino de aquí mismo, de La Laguna, son muchas las personas que apoyan la idea de que el gimnasio lleve el nombre de este gran impulsor deportivo. Hay muchos, muchísimos, que recibimos becas de don Alfonso.
Incluso nos tocó ir a pagar colegiaturas que él proporcionaba a varios jóvenes que hoy son brillantes profesionistas en puestos muy importantes. Ellos, los becados por don Alfonso Esparza, seguramente estarán apoyando esta idea.
Y nos da gusto que esta columna sea leída en todas partes, porque en sus cuatro décadas ha estado pugnando por las cosas importantes de nuestra región, en todas las ramas deportivas, recalcando siempre que la provincia también es México.
