El Siglo de Durango
CANATLÁN, DGO.- Cuando los Vizárraga Marroquín pasaban un momento agradable de convivencia en su residencia, de pronto el pequeño Christopher Leonel, de un año nueve meses, se puso muy enfermo.
La noche del sábado fue internado de urgencia en el Hospital General de Durango el menor de edad, quien tiene su domicilio en el poblado Nicolás Bravo, en el municipio de Canatlán.
Christopher presentó un cuadro agudo de intoxicación, ya que bebió de una botella con insecticida que se encontraba en el patio de su casa, producto que su padre utiliza para las labores del campo.
INOCENCIA
El menor en su inocencia pensaba que se trataba de refresco, según mencionó su padre, quien dijo que la tarde del sábado cuando la familia se encontraba reunida en su domicilio, Christopher jugaba en el patio.
En esa área de la casa, se guardan objetos y productos para las labores agrícolas y ahí estaba la botella con insecticida propia para el tratado de los insecticidas, la cual bebió el pequeño pensado que era refresco.
El niño de inmediato comenzó a tener reacciones que hicieron que la familia se alertara y rápidamente lo trasladaran a recibir atención médica.
EXHORTO
Mientras tanto, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) hizo hincapié en su boletín informativo sobre el peligro que representa para los infantes que se guarden sustancias tóxicas en este tipo de envases.
De la misma manera se hace la advertencia de guardar este tipo de productos nocivos fuera del alcance de los menores, para evitar que se sigan presentando situaciones como la que ahora aqueja a la familia Vizárraga Marroquín.