La adaptabilidad del mexicano, virtud que se convierte en defecto, un enfoque de negocios.
Después de un largo periodo de ausencia y con la venia de esta casa editora me permito regresar a compartir con ustedes este tema que en mi opinión resulta por demás interesante o al menos reflexivo.
La adaptabilidad de los mexicanos, se manifiesta en muchos ámbitos, pero en el mundo de los negocios nos da la capacidad de reaccionar de forma muy eficiente y a veces hasta en tiempo real, de improvisar, y de resolver problemas creados por los cambios del entorno económico macro y micro, sin embargo, en algunos casos el abuso de esta característica nacional impide que muchos empresarios y ejecutivos, particularmente de las PYMES se conviertan en entes proactivos, generadores de cambio y no simplemente reactivos al mismo.
La adaptabilidad es una herramienta que ha sido reconocida por grandes expertos en el área de los negocios, desde Jack Welch (famoso ex CEO de GE) y Peter F. Drucker (fallecido Guru del Management) hasta Spencer Jonson (autor de Quien movió mi queso) como la cualidad mas útil de las organizaciones de nuestro tiempo, aún más claro, el experto en comportamiento organizacional Peter Senge sostiene que las organizaciones son las personas, y si partimos de esa base, luego entonces ésta cualidad de adaptarse al entorno cambiante resulta muy valiosa para enriquecer al capital humano. Cabe precisar que los citados expertos en administración, management y liderazgo solo adecuan esta idea al ámbito empresarial y no descubren nada nuevo en si, puesto que la propia naturaleza le da su lugar a los organismos que mejor se adaptan a los cambios del entorno, esto es bien sabido desde la teoría de la selección natural de Charles Darwin o de antes, no obstante, es un hecho que la adaptabilidad al entrono cambiante es una cualidad poderosa y vigente en los negocios.
Por otro lado esta cualidad resulta inhibidora de otras no menos actuales e importantes como la innovación, la visión estratégica, la gestión del cambio, y demás relacionadas con la previsión, programación, planeación y provocación del futuro, ¿para que pensar en crear el futuro de un entorno de negocios? siempre es mas cómodo esperar que se de por inercia y luego reaccionar ante él ?a la mexicana? con adaptabilidad, resulta entonces controvertido que esta cualidad de adaptarse por un lado nos ayude a enfrentar el cambio y por otro nos provoque miopía futurista dejándonos a la expectativa en un mundo peligrosamente globalizado y demencialmente cambiante.
Entonces, si el cambio no es una opción sino un hecho ¿Como convertirlo en un área de oportunidad?, ¿En un aliado en vez de un enemigo?, hoy día no es suficiente la adaptabilidad para enfrentarlo; el mundo cambia, cambia el clima, cambia la tecnología, la demografía, la ciencia, etc. y por lo tanto obviamente cambian la economía, los mercados y los negocios. Recordemos a mismo Senge que nos dice ?La gente no se resiste al cambio, se resiste a ser cambiada.?
Por lo tanto las organizaciones mexicanas, particularmente las PYMES, que representan la gran mayoría en nuestro país, se deben enfocar a la tarea de convertirse en agentes generadores del cambio, integrados al mismo y procurando alinear este ?cambio? a sus objetivos institucionales, claro, sin soslayar la capacidad de reacción que ya hemos desarrollado, incluso refinándola, ¿Cómo lograrlo? Con profesionalización con inversión en el capital humano, con asignación de recursos a la investigación (que es futuro) en porcentajes similares a los que se asignan a la capacitación y adiestramiento (que es presente).
En conclusión la adaptabilidad del mexicano si es una cualidad actual útil y valiosa para los negocios, empero no es suficiente para lograr estándares de resultados y rentabilidad equiparables a los pares internacionales, he ahí el área de oportunidad que hoy quiero señalar. lucianoalbertojuarez@hotmail.com