El kilómetro 85 del recorrido del segundo Maratón Cardenche 2007 ¡Acepta el Reto! representó un alto grado de dificultad al cruzarlo, ya que era una vereda angosta que presentaba desgajamiento de la tierra. (Fotografía de Jesús Galindo López)
La moda, ayer en la Comarca Lagunera, fue subirse en bicicleta, acorde con la celebración del segundo Maratón Cardenche 2007, donde los participantes en este deporte del ciclismo de montaña hicieron suyas las arterias más importantes de la región y las veredas del lecho seco del río Nazas.
A primera hora de la mañana el contingente multicolor se dio cita en el Parque Fundadores de Torreón, punto de salida y meta de los 600 competidores de diferentes partes del país, muchos de ellos de Jalisco, que se alistaron en esta agotadora y exigente prueba.
Dentro de este paseo público, simultáneamente se desarrollaba el Maratón de Spinning entre decenas de participantes, quienes no dejaban de pedalear, a pesar de hidratarse constantemente debido al esfuerzo realizado durante varias horas.
Hubo toda clase de música, desde la banda hasta el pop, sin dejar pasar las cumbias, norteñas, rockeras, pasito duranguense, aunque eso sí, todo a alta velocidad, para que el instructor, con sus dos asistentes, impusieran su ritmo y las rutinas a seguir.
Por la mañana había gente y muchas familias, las cuales se fueron multiplicando con el transcurrir de los minutos, al fin de cuentas la levantada temprano en domingo valía la pena, ya que hoy es día inhábil tanto en las instituciones educativas como en las oficinas públicas y privadas.
Los vendedores ambulantes en la recta final del otoño hicieron su agosto, aunque muchos de ellos se dedicaban a la venta de la ropa de ciclistas y sus respectivos accesorios, que iban desde los guantes hasta los cascos, pasando por zapatos y tubulares, necesarios para las ponchaduras de las llantas, más si se desarrolló en terreno irregular.
No faltó tampoco la vendimia de comida, con puestos de frutas para los deportistas o quienes desean guardar la figura, aunque también hubo las tradicionales gorditas, donde más de uno todavía con el vuelo y la resaca del baile del “Duelo” y “La Firma”, solicitaron gran cantidad de salsa picosa.
Cerca del mediodía arribaron los primeros competidores, con una gran fiesta de algarabía y de gente en el Parque Fundadores, pero apenas esto era el comienzo de la llegada de los ciclistas extremos, ya que la imagen se repitió en las horas siguientes.