Un ambiente de fiesta se vivió ayer en las calles de Torreón con la llegada de los siete mil corredores que participaron en la quinta edición de la Carrera Atlética 10K Victoria 2007. (Fotografía de Jaime de Lara)
COMARCA LAGUNERA.- No faltaron los despistados que ignoraron el cambio de horario y fue así como antes de las siete de la mañana ya se reportaban listos para tomar la salida de la 10K Victoria, la quinta edición de la competencia reunió a siete mil corredores en la prueba recreativa, y una vez más la “Marea Roja” se dejó sentir en las Tres Ciudades Hermanas, el banderazo se dio a las 8:00 horas, de acuerdo a lo anunciado oficialmente.
Listos estaban los corredores de capacidades diferentes para iniciar su recorrido, cuando las bromas para los políticos no se hicieron esperar. “¡Órale!, sólo los esperan a ustedes”, gritó una voz en referencia a los tres alcaldes y al gobernador de Durango. “Están consultando a Roberto Madrazo para mejorar sus tiempos”, respondió otro grito ante la risa general de los corredores que esperaban el balazo de salida.
Gómez Palacio recibe a la caravana y un público entusiasta apoya al grupo de corredores, el dato chusco corre a cargo de los voluntarios en el abastecimiento del kilómetro dos: “¡aquí está el agua!, es de la reliquia de San Judas”, decía un hombre en su afán de brindar un gesto de simpatía a los participantes. El Santo, Blue Demon, Brozo y muchos personajes conocidos no podían faltar. “Oye güey, necesitamos entrenar más seguido”, decía un corredor a su compañero, con rastros evidentes de una parranda en vísperas de la carrera, “a mí no me pesa entrenar, lo difícil es dejar la borrachera”, respondía el acompañante entre la risa general de quienes escucharon el simpático diálogo.
La fiesta continuaba, la “Marea Roja” decía adiós a Gómez Palacio y el Museo de la Revolución le daba la bienvenida; un grupo musical animaba el ambiente y no faltó quien se parara a bailar al ritmo de las notas: “muévete como anoche compadre”, le dijo un espectador al bailarín, cuya intención era demostrar que estaba entero. “Apúrense ca..., porque Roberto Madrazo les lleva mucha ventaja”, fue la manera de animar al grupo que en ese momento entraba a Torreón.
Acompañado por Alfredo Castellanos, titular de la DSPM, el alcalde José Ángel Pérez hacía un gran esfuerzo por mantenerse en la competencia, la máxima autoridad del Municipio tomaba la avenida Bravo después del bulevar Independencia, pero en el cruce con la privada Rayón vino un incidente chusco: un agresivo taxista amenazaba con cruzar la avenida, a pesar de que varios corredores pasaban por ahí en ese preciso momento; Alfredo Castellanos buscaba una unidad de la DSPM para controlar al taxista amenazador, pero no hubo respuesta, por lo que el director de la Policía se olvidó de la seguridad de los corredores para reintegrarse al resguardo del jefe.
Parte de la “Marea Roja” seguía el trayecto y ahora entraba a la calzada Colón, en el cruce con la avenida Ocampo el guardia da el paso a un autobús urbano, el grupo de corredores recibe el baño de humo negro y la protesta de un corredor hacia el guardia no se hace esperar: “¿fumaste?”, le pregunta el agente de vialidad en franca burla para el corredor que se vio incrédulo.
La avenida Allende saluda al grupo de corredores y allá, muy a lo lejos ya se divisa el Bosque Venustiano Carranza, la gente mantiene su apoyo: “ahí está ya el Bosque”, dice una voz femenina, pero la respuesta del corredor aparece de inmediato: “sí señora, se ve cerca, pero todavía falta un chin...”, lo que provoca la carcajada general, aun de quienes a esas alturas de la carrera ya arrastraban la cobija.
Durante el último kilómetro del recorrido el ánimo de los espectadores era de mayor entusiasmo: “ya llegaron, son ganadores”, decía una joven pareja acompañada de dos pequeños, quienes extendían la mano a los competidores. Al entrar a la calle Juan Pablos la fiesta vivió sus mejores momentos, nadie quería quedarse atrás, sólo faltaban unos cuantos metros para la meta y el gran esfuerzo realizado sobre el asfalto ya entregaba sus primeras recompensas.
Camina, trota o corre, dice el slogan de la 10K Victoria, en donde lo importante es cubrir la distancia sin importar el tiempo que para ello se invierta.
