Los textiles son parte fundamental de la Segunda Muestra Artesanal y Gastronómica de Oaxaca. (Fotografías de Érick Sotomayor)
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Oaxaca es sabores, aromas, música y colorido... Y es que desde la víspera de Semana Santa y durante todas las vacaciones los laguneros tendrán oportunidad de conocer un poco más sobre la cultura oaxaqueña.
La Alameda Zaragoza es la sede de la Segunda Muestra Artesanal y Gastronómica de Oaxaca, que revela el entorno en que nacieron hombres del nivel de Rufino Tamayo, Andrés Henestrosa y José Vasconcelos.
Para iniciar el recorrido por esta “feriecita oaxaqueña” hay que pasear por los puestos de textiles, en donde es posible encontrar bellos tapetes y manteles en blanco y en colores como el naranja, el azul, amarillo, verde y morado, que surgen de tintes naturales elaborados con extractos de la grana, el caracol marino, la flor del cempasúchil, cáscara de granada, cáscara de nuez y otros, con cálidos bordados que destacan los diseños triangulares y romboides.
Además, es posible encontrar los muy de moda elementos de manta, con texturas frescas y agradables al tacto en diseños de vestidos, camisolas, blusas y otros tipos de vestimenta que destacan por el carácter autóctono de sus materiales y producción de las siete regiones oaxaqueñas: Valles Centrales, la Mixteca, la Sierra, Tuxtepec, Alto Papaloapan, la Sierra Mazateca y el Istmo.
La música es otro de los atractivos de esta muestra. Sonidos ancestrales que se mezclan con el aire y la naturaleza, ritmos contagiosos y alegres que dejan al descubierto la atmósfera del oaxaqueño de las siete regiones.
Uno de los mejores regalos a los sentidos es, sin duda, la gastronomía de Oaxaca, que no sólo se come, sino que se huele, se ve, en pocas palabras, se experimenta.
Esta parte está muy bien representada con los platillos más típicos de dicha región, como lo son los siete moles, cecina enchilada, chorizos, tamales, su famoso pan de cazuela, cremas de mezcal y la tradicional nieve de garrafa en sabores como leche quemada y tuna.
Pero también hay chapulines y hormigas de Chicatana, que aportan una experiencia totalmente diferente -incluso difícil para algunos- y recomendable para aquellos paladares que buscan “algo más”.
Los aromas de la comida de Oaxaca son muy particulares y representan una de las más completas y exóticas gastronomías, en la que se puede percibir una fusión de la cocina prehispánica y moderna.
Arte y Cultura de Oaxaca afiliado a la UNESCO ofrece deliciosas degustaciones de quesadillas, mole y tlayudas, “todo se está haciendo en el momento, elaboramos la comida oaxaqueña todos los días, encontrarán todo fresco y muy sabroso”, explica Rosita, quien se encuentra en el puesto de comida y con cada platillo ofrece también una sonrisa.
De este modo, la muestra ofrece un abanico de posibilidades para acercarse a la cultura de los oaxaqueños, ya sea a través de sus diseños, sus textiles, su música o su comida, la cual elaboran bajo la premisa de que su gastronomía debe formar parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Dentro de los artículos que están a la venta, también se encuentran artesanías, juguetes de madera y accesorios de joyería rústica, entre pulseras y llamativos collares.
Así, entre un universo de sabores, olores y colores muy mexicanos los laguneros podrán tener una “probadita” de Oaxaca en la Alameda de Zaragoza por la avenida Allende, en horario de 9:30 de la mañana a 11:00 de la noche, hasta el próximo 16 de abril.
