Las dos Coreas reabrieron ayer una línea de tren que cruza sus fronteras después de más de 50 años de falta de comunicación. (EFE)
Atraviesan dos trenes, por primera vez en medio siglo, la línea divisoria entre ambos países.
Por primera vez en medio siglo, dos trenes cruzaron ayer la línea divisoria entre las dos Coreas, la frontera más vigilada del mundo, en un nuevo paso en un proceso de unificación de ambos países que cada vez se ve más cerca.
Con cien surcoreanos y 50 norcoreanos a bordo, los dos trenes atravesaron este mediodía, en una prueba histórica, la Línea de Demarcación Militar (LDM), que divide a los dos países tras el fin de la Guerra de Corea en 1953.
“Lo que lleva el tren es nuestro sueño, esperanza y futuro: una península unificada”, resumió el ministro surcoreano de Unificación, Lee Jae-joung.
Se trató sólo de una prueba antes que los ferrocarriles vuelvan a funcionar con normalidad, aunque su significado es altamente simbólico, ya que los trenes recorrieron dos líneas interrumpidas en 1950 y 1951, antes de la Guerra de Corea.
La línea Gyeongui recorrió 27.3 kilómetros entre la estación de Munsan, en el sur, y la de Kaesong, en el norte, mientras la línea Donghae trazó 25.5 kilómetros paralelos a la costa este de la península, entre la estación norcoreana de Kumgangsan y la surcoreana de Jejin.
La conexión del tren intercoreano costó 590 millones de dólares.
Tras la prueba, los dos trenes regresaron a sus respectivos países tras cruzar de nuevo la LDM.
En una ceremonia, el ministro surcoreano Lee resaltó que esta prueba servirá de punto de partida para rebajar la tensión en la península e impulsar la reconciliación del pueblo coreano.
“Se ha abierto un nuevo inicio para la paz en la península”, aseguró el ministro.
Por su parte, el representante norcoreano, Kwon Ho-ung, manifestó también su deseo de que sirva para impulsar la unificación de la península.
Kwon, que llegó a Munsan junto a 54 norcoreanos, resaltó sin embargo que “sigue habiendo amenazas por parte de sectores a los que no les gusta la reconciliación del pueblo coreano”, por lo que llamó a buscar, “sin descarrilamientos, la unidad del pueblo coreano”.