El Siglo de Torreón-AEE
A honrar a Alfredo Jiménez Mota ejerciendo un periodismo eficaz y que dé voz a los que no tienen, a los que han sido desamparados, exhortó el padre Guadalupe Argüelles Méndez durante una misa por el segundo aniversario de la desaparición del reportero.
“Hagan viva la presencia de Alfredo en un periodismo auténtico, veraz y ante todo con formación social, un periodismo que forme y que sea voz de los que no tienen voz”, expuso.
En la Catedral Metropolitana de Hermosillo, don Alfredo Jiménez Hernández y doña Esperanza Mota Martínez, sus padres, así como otros familiares y compañeros de trabajo asistieron a una celebración litúrgica en honor al joven periodista.
El padre Argüelles Méndez, quien ofició la celebración, pidió por la salud y el bienestar de Alfredo y de su familia.
El prelado insistió en que los profesionales de la información deben ser imparciales, eficaces y cuyo fin último debe ser la verdad y aunque el periodismo conlleva riesgos, añadió, deben asumirse para que no exista en cada comunicador un “autobozal”.
Los periodistas deben ir a la fuente, no conformarse con los burocráticos boletines de prensa, agregó.
Durante la liturgia, recordó que precisamente hace dos años, en Semana Santa, Alfredo Jiménez participó representando a uno de los apóstoles durante el lavatorio de pies que realizó el arzobispo José Ulises Macías Salcedo.
Apóstol, apuntó, precisamente quiere decir mensajero de la buena noticia, por lo que pidió que la misericordia del Señor llegue sobre el periodista desaparecido y sobre su familia.
El padre Guadalupe Argüelles se solidarizó también con los padres de Alfredo, pues dijo, es más doloroso que una persona esté desaparecida, a tenerla de cuerpo presente.
Don Alfredo Jiménez Hernández y doña Esperanza Mota Martínez, expresaron, al concluir la misa, que en su corazón Alfredo sigue vivo y mantienen la ilusión de que un día volverán a encontrarse.
