Consecuencias Según la Profeco, la comida “chatarra” provoca daños a la salud: No hay un buen desarrollo por falta de nutrientes. La capacidad de estudio disminuye. Los niños presentan anemia y hay trastornos químicos en el organismo. Los niños se vuelven obesos o con sobre peso y pérdida de la autoestima. Contribuyen al aumento de enfermedades crónicas cuando son adultos, como diabetes, hipertensión arterial, alteración en los lípidos y cardiopatías. FUENTE: Profeco
La información sobre los daños que ocasiona la mala alimentación no se ha traducido en cambios de conducta
TORREÓN, COAH.- Los malos hábitos de consumo dañan la salud, pues al comprar comida calificada como “chatarra” se fomentan enfermedades como la obesidad, por eso es importante que los padres de familia enseñen a sus hijos cómo alimentarse de manera adecuada, dijo Lourdes Tirado Medina, jefa del Departamento de Divulgación y Educación de la Profeco.
Según la funcionaria, es frecuente escuchar o leer comentarios acerca de los efectos indeseables para la nutrición que ocasionan los alimentos calificados como “chatarra”, sin embargo, a pesar de que se conocen las consecuencias negativas que tienen para la salud, los consumidores siguen comprándolos.
Dijo que el poseer información sobre las consecuencias de la comida “chatarra”, no se ha traducido en cambios de conducta que moderen su consumo. “Coahuila ocupa los primeros lugares a nivel nacional en problemas de obesidad, y a su vez nuestro país ocupa el segundo lugar en el mundo”.
La Profeco, dijo, no sólo se preocupa por disminuir la compra de ese tipo de alimentos, también por tratar de cambiar los hábitos de consumo que los niños y adultos compartimos, y fomentar la cultura del ejercicio.
“Para muchos niños la comida chatarra es sabrosa, pero la realidad es que es nada nutritiva y desafortunadamente los padres lo toman como hábito por comodidad y como premio en sustitución de los alimentos nutritivos”.
Los alimentos “chatarra”, explicó, se caracterizan por tener muchas calorías, algo de proteínas y exceso de grasa, sal y conservadores. Son escasos en hierro, calcio, vitaminas y fibras.
“Es importante tomar en cuenta que en la infancia es cuando se desarrollan los hábitos alimenticios y en mucho de lo que los niños aprenden a comer influye lo que ellos ven en sus padres, es decir, el aprendizaje se debe en gran medida a la imitación de los adultos cuando se sientan a la mesa”.
Dijo que a pesar de los inconvenientes dietéticos de los alimentos “chatarra” y de las “comidas rápidas” es recomendable no tomar medidas drásticas: “en vez de sugerir a los padres prohibir estos alimentos, es preferible que hagan conciencia de que deben educar a sus hijos para que los consuman racionalmente”.
Consecuencias
Según la Profeco, la comida “chatarra” provoca daños a la salud:
No hay un buen desarrollo por falta de nutrientes.
La capacidad de estudio disminuye.
Los niños presentan anemia y hay trastornos químicos en el organismo.
Los niños se vuelven obesos o con sobre peso y pérdida de la autoestima.
Contribuyen al aumento de enfermedades crónicas cuando son adultos, como diabetes, hipertensión arterial, alteración en los lípidos y cardiopatías.
FUENTE: Profeco