EL SIGLO DE TORREÓN
Incumple dependencia federal con recomendación del CDC de informar al Programa de Metales
TORREÓN, COAH.- Desde 2004, los niños que viven en las colonias aledañas a la empresa Peñoles son utilizados como ?monitores ambientales? ante la negativa de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) de dar a conocer los resultados de los estudios de plomo en suelo y aire.
La negativa de la dependencia federal incumple con una de las recomendaciones del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), pues el Comité Técnico del Fideicomiso del Programa de Metales debe recibir dicha información.
De acuerdo con Gonzalo García Vargas, ex coordinador del Programa de Metales de la Secretaría de Salud de Coahuila, los estudios de plomo en suelo y polvo son importantes porque permiten conocer el nivel de exposición que tienen los menores a ese metal.
García Vargas, uno de los primeros en investigar la contaminación de la metalúrgica, dijo que por la negativa de la Profepa de dar a conocer los niveles de plomo en suelo y aire, los niños son el único medio que permite conocer si la contaminación de la empresa continúa.
Los estudios del metal en la sangre los realiza la propia empresa Peñoles, en la Unidad de Salud Ambiental (USA) desde 2004, pues la Secretaría de Salud dejó de practicarlos. El lunes anunciaron que reanudarán el muestreo en la mitad de los niños.
?Si los niveles suben a 11 o a 12 microgramos de plomo por decilitro de sangre, quiere decir que hay contaminación. No debe haber niños con más de diez microgramos y si los hay debe ser motivo de preocupación?, dijo García Vargas.
Al respecto, Mario Rivera Guillén, coordinador del Programa de Metales, informó que de los 13 mil niños que fueron monitoreados en 2006, un 80 por ciento rebasó los diez microgramos por decilitro de sangre (mg/dl), pero aseguró que se encuentran dentro de las cuatro categorías establecidas por la Norma Oficial Mexicana NOM-199-SSA1-2000, que contemplan las acciones básicas de protección en niños menores de cinco años, mujeres embarazadas y en periodo de lactancia.
Dentro de la primera categoría (diez microgramos) se encuentran 6,245 niños; en la segunda (10 a 14 microgramos) hay 5 mil niños; en la tercera (15 a 24 microgramos) hay 1,700, y en la cuarta (25 a 44 microgramos) hay 55 niños.
Una recomendación más del CDC fue que ?los padres de los niños en riesgo deben recibir educación sobre los conductos y las fuentes de exposición, eliminación de polvo de los hogares mediante una influenza constante y la higiene de los niños para reducir su exposición al plomo?.
Sin embargo, Gonzalo García afirmó que las personas no reciben información sobre los riesgos. ?Casi siempre se les informa que el problema se está resolviendo y esto crea una perspectiva de minimizar el problema. Parece que estamos administrando el problema, no que lo estamos resolviendo, y el objetivo es resolverlo de manera paulatina. La idea no es descalificar a Peñoles porque sí ha avanzado, pero el objetivo es que no haya más casos de niños con plomo y si queremos evitarlo debemos vigilar muy bien las concentraciones de plomo en polvos y en suelos?.
Otra recomendación del reporte del CDC, emitido en 2001, fue que ?la empresa (Peñoles) debe continuar sus intervenciones tanto de higiene como ambientales. Las intervenciones deben enfocarse en la zona centro de un radio de 4,500 metros alrededor de la planta?.
Al respecto, García Vargas comentó que el área de prioridad para la empresa ha sido la mitad de lo recomendado, 2 mil metros. ?El CDC encontró influencia de las emisiones de la empresa hasta en 4 mil 500, pero la empresa le dio prioridad a los 2 mil metros porque era lo más contaminado, pero ahora que han bajado los niveles, se podría ampliar la superficie?, dijo.