Los partidos políticos padecieron que ni siquiera les fue posible movilizar al ciento por ciento su voto “duro” o seguro, pues las metas les falló un 30 ó 40 por ciento de la gente que sería movilizada por la estructura.
Sendos operativos de movilización y esquemas de acarreo profesional y moderno se registraron durante toda la jornada electoral de este domingo en la ciudad de Durango por parte de activistas del PRI y el PAN.
En ambos casos el objetivo consistió en visitar domicilios, casa por casa, atendiendo los listados de posibles votantes priistas o panistas que durante semanas estuvieron preparando los equipos de redes y movilización.
La intención en unos y otros operativos fue la misma: invitar a la gente a votar de una forma más directa y personal, y en algunos casos ofrecerle la posibilidad de trasladarse a la casilla y de regreso a casa en un auto alquilado.
En el caso de la estructura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se pudo ver en las calles el despliegue de distintos operativos, entre ellos uno que se denominó “Bingo”.
Este esquema, que ya ha sido utilizado por los priistas en otras elecciones, consistió en instalar casas particulares con sistemas de cómputo y enseres para que la estructura pudiera operar la movilización de gente en cada zona.
Según la información recabada por este diario, la visita se hacía por rondas, y en cada ronda con espacio de una o dos horas alguien supervisaba las estadísticas de votación de la gente contemplada en sus padrones.
Lo anterior, de tal forma que con facilidad pudieron detectar a la gente que no había votado aún, y las nuevas rondas de movilización se concretaron a ir específicamente a los domicilios de simpatizantes priistas que no habían salido a votar aún.
En el Partido Acción Nacional, mientras tanto, la movilización de votos azules se hizo mediante las “casas amigas”, conforme a un esquema parecido al del PRI, pero con menos personal, sin evidentes recursos y de menor impacto.
Pese a ello, en ambos carriles de competencia admitieron que ni siquiera fue posible movilizar al ciento por ciento de su voto “duro” o voto seguro, pues las metas de cumplimiento de cada programa reportaron un incumplimiento de hasta 30 ó 40 por ciento.
Ello, no obstante que se trata en este caso de votos que durante semanas o de anteriores elecciones se consideraron seguros, o que entraron a alguna red de movilización de uno por diez como la del PAN.
Acusan compra de representantes
Algunos partidos políticos denunciaron por separado la compra de representantes de casilla, por lo que en algunas de éstas se observó cómo operaban los líderes que entregaban dinero a los representantes o funcionarios de casilla.
En la Primaria Francisco González de la Vega, que se ubica en la calle Elorreaga, en donde se instaló una de las dos mil 199 casillas que se tenían programadas en el estado, un representante de El Siglo de Durango constató que una mujer que viajaba a bordo de un vehículo de transporte público llamó a una persona y luego le entregó un billete de 200 pesos.
La mujer de referencia llamó al representante de casilla del Partido Revolucionario Institucional, que se distinguía por portar un prendedor o una calca como distintivo en la parte del pecho, y después de darle unas indicaciones mandó llamar a otra persona sin que se haya identificado por algún partido.
Por ello, se presume que tal vez éste se pudiera tratar de un funcionario de casilla o un representante de algún otro partido político; después de ello, la mujer se dirigió al taxi y se marchó.
La candidata a la Presidencia Municipal Lilia Velia Carranza García, por la “Alianza por Durango”, denunció cuando acudió a votar que a sus representantes de casilla les habían ofrecido desde 500 hasta mil pesos durante el viernes y sábado.
