Un foco de infección representa para los habitantes de los ejidos Maravilla y Escuadrón 201, la presencia de montones de basura al borde de la carretera.
ECOLOGÍA | TEMEN POR LA SALUD DE LOS NIÑOS
Habitantes de los ejidos Escuadrón 201 y Maravillas señalan que ha empeoradola situación en los últimos meses
EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- Al pie de la carretera Torreón-San Pedro, a la altura del ejido Escuadrón 201, municipio de Matamoros, se encuentra un terreno que los vecinos utilizan como tiradero de basura: La población asegura que cuentan con servicio de recolección y cuando sus desperdicios se acumulan, los arrojan al lote.
Los habitantes de los ejidos Escuadrón 201 y Maravillas, así como de poblados aledaños, comentan que el problema se ha empeorado en los últimos meses debido al aumento de la generación de basura en las viviendas.
Además, aseguran que personas provenientes de Torreón, también descargan escombro y otros materiales en dicho terreno.
El lugar está lleno de desperdicios. Hay de todo. Desde tanques, zapatos viejos y hasta muebles. Diversos vecinos aseguraron que no se han presentado enfermedades a causa de esta situación. Sin embargo, algunas amas de casa refirieron la presencia de padecimientos alérgicos.
“En especial los niños que habitan frente al basurero, tienen muchas alergias como escurrimiento nasal, estornudo y lagrimeos”, señaló.
Latas, envases de cartón y metal, juguetes, libros, garrafones, tanques de gas, son algunos de los desperdicios que los vecinos arrojan a este sitio. Las señoras insisten en que la solución para terminar con dicho foco de infección es que el Municipio, debe enviar camiones recolectores de basura en días determinados.
Amanda Díaz, quien se dedica al hogar, explica que luego de arrojar los desperdicios al aire libre, los ejidatarios prenden fuego a la montaña de desechos y eso provoca humaredas tremendas que molestan a propios y a extraños.
Desde hace años éste ha sido el procedimiento para deshacerse de la basura, pero con el aumento en la demanda, el terreno se encuentra casi al tope de su capacidad y los ejidatarios en ocasiones, evitan quemarla, por temor a la cortina de humo que inevitablemente, se levanta.