Federico Castañeda Sonora enseña a su sobrino Ricardo Castañeda de la Cruz la mécanica del pitcheo, para que mejore sus actuaciones en la Liga Infantil Sertoma.(Fotografías de Jesús Galindo López)
El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- Los peloteros de Vaqueros Laguna disfrutaron del festejo del Día del Niño durante su infancia. Recuerdan con agrado los regalos que recibían y la atención de sus padres para convivir con ellos en esa fecha, por eso ahora los que son casados tratarán de darle igual satisfacción a sus hijos.
La mayoría de los integrantes del equipo naranja no ha perdido el niño que todos llevamos dentro, y cuando El Siglo de Torreón dialogó con varios de ellos, su semblante se transformó, y de manera amable accedieron a la entrevista para abrir esa página importante de su vida.
Algunos confesaron que desde niños soñaban con ser peloteros profesionales, y se esforzaron para hacer realidad ese sueño, el cual ahora comparten con la afición lagunera y sus familias.
Luis Carlos García Velarde, el “Cliper”, capitán del equipo, que porta el número 100 en su uniforme, con motivo del Centenario de Torreón, recordó que esperaba con mucha alegría el Día del Niño para festejarlo, primero en la escuela con los compañeros de clase y después convivía con sus padres y hermanos.
En Hermosillo, Sonora, de donde es originario, hace mucho calor, por eso se acostumbra festejar el Día del Niño en las albercas. Contó que a veces iba a la playa en compañía de sus padres Jesús García y María Guadalupe Velarde, quienes lo complacían al máximo.
- ¿Cómo vives ahora este festejo?
Tengo dos hijos, Luis Carlos, de siete años de edad, y Luis Eduardo, de cuatro, trato de convivir con ellos de igual forma. Ahora están conmigo en Torreón y ojalá podamos hacer algo en especial, disfrutar de ese día y celebrarlo como me tocó a mí.
-¿Soñaste de niño con ser pelotero profesional?
Fue una de las metas principales que me fijé, me veía como jugador de los Naranjeros de Hermosillo, y gracias a Dios lo pude lograr, ya que milité con este equipo cinco años.
-¿Qué le tienes preparado a tus hijos?
A lo mejor les doy una sorpresa, para que se entusiasmen un poco más.
-¿Qué le aconsejas a los niños en su día?
Que traten de convivir con sus padres, con sus amigos y sean amables, pero sobre todo que se porten bien en ese día, para que se la puedan pasar a gusto con la gente.
-¿Qué mensaje le darías a tus compañeros de equipo?
Que traten de disfrutar al máximo a sus hijos y convivan con ellos, pues hay ocasiones en que casi no los vemos, por las constantes salidas que tenemos para jugar en otras plazas.
Recuerdo inolvidable
El tercera base Sergio Omar Gastélum manifestó que disfrutó mucho del Día del Niño en su natal Ciudad Obregón, Sonora, ya que su padre, Juan de Dios Gastélum, acostumbraba llevarlos de paseo a los ríos y a los ranchos, por lo regular pasaba ahí esa fecha en compañía de todos sus hermanos, muy agusto.
“Somos seis hermanos, tres y tres, el más chico tiene 15 años de edad, se llama Jorge, también juega al beisbol y viene empujando fuerte, ojalá logre llegar a la Liga Mexicana de Beisbol”, deseó el jugador de Vaqueros Laguna.
-¿Cómo vas a festejar a tus hijos?
Tengo dos hijos, un niño de dos años, Sergio Omar, y una niña de nueve meses. Les dedicaré el mayor tiempo posible, antes de que me vaya al estadio a jugar.
En la mañana tratará de llevarlos a los juegos infantiles de alguna plaza, y les comprará un pastelito para inculcarles lo que es el Día del Niño. “Ese día vamos a jugar en Puebla, en donde tengo muchos amigos, incluso, un compadre, Hasam Taja, que es el padrino de Sergio Omar, lo está esperando con ansias”, contó el antesalista del equipo Naranja.
-¿Soñaste con ser pelotero?
La verdad no, uno no sueña con llegar a ser profesional, sino que vive el momento. Viví la experiencia de participar en campeonatos estatales, nacionales y asistí a un Mundial, que es la meta de un pelotero, en el sentido de llegar a ser seleccionado para representar a tu país.
Con el paso del tiempo se dio cuenta de lo que era el beisbol profesional. Nunca pensó que fuera un trabajo, y la oportunidad le llegó sola. “Estaba estudiando y me llamaron para que fuera a un try out del equipo Tigres, les gusté y ahí me firmaron”, contó Sergio Omar Gastélum.
El pelotero de Vaqueros Laguna le aconsejó a los niños que disfruten al máximo de su día, practiquen mucho deporte, sigan estudiando, que le hagan caso a sus padres y entiendan que ellos siempre van a querer lo mejor para sus hijos.
Festejo tradicional
El receptor Emmanuel Valdez, mejor conocido como el “Peque”, manifestó que el festejo del Día del Niño es tradicional en su natal Tijuana, Baja California.
Como todo niño, lo festejaba con sus amigos, se pasaba la mayor parte del día jugando, convivía con su familia, lo llevaban al parque y a comer una hamburguesa. Consideró que su infancia fue normal, muy tranquila, y el recuerdo más grato que guarda de ella fue la convivencia que tuvo con sus amigos. “Tengo la fortuna de contar con ellos todavía, son un acervo muy valioso, y lo más importante es que nos seguimos frecuentando”, estimó el catcher de Vaqueros Laguna.
Aunque es soltero, siente muy bonito ver crecer a los hijos de sus amigos, al igual que a sus dos sobrinas, Francy Nalleli y Eliver Michell, hijas de su hermana mayor, Verónica.
-¿De niño soñaste con ser pelotero profesional?
No me acuerdo haber soñado esto, pero un día mi abuela Priscila Armendáriz, tres años antes de que muriera me contó que un día le había dicho que de grande iba a ser jugador profesional, y me dejó sorprendido con esta declaración.
“Me lo dijo cuando estaba en cuarto o quinto año de primaria”, precisó Emmanuel Valdez, hijo de un maestro originario de Gómez Palacio, Durango, pero avecindado en Tijuana, Baja California, desde hace varias décadas.
Admitió que de niño no sabía lo que era en realidad el beisbol, pero conforme fue creciendo entendió lo que realmente es este deporte.
Entre sus ídolos de la infancia mencionó a Roberto Clemente, quien desde su punto de vista dejó un gran legado en el beisbol de las grandes ligas.
El “Peque” felicitó a los niños laguneros en su día. Les aconsejó que le echen muchas ganas a lo que quieren ser, que se fijen metas para que las logren, cumplan sus sueños y disfruten su día.
Una etapa bonita
El pitcher Alberto Manrique consideró que la niñez es una etapa muy bonita, que gracias a Dios le tocó disfrutar junto con sus padres y hermanos.
Recordó que el Día del Niño lo pasaba con sus vecinos en la colonia Country La Silla de la ciudad de Monterrey, Nuevo León, en la cuadra donde vivía, o iba a un restaurante con su familia. Vivió también en la colonia Lindavista, en donde pasó la mayor parte de su infancia.
Admitió que a los niños les gusta mucho recibir regalos, esa etapa cuando Santa Claus llega en Navidad, lo cual recuerda con mucha felicidad, porque esos son los momentos en que el niño disfruta más, como cuando aprendes a usar la bicicleta. “Con tus amigos vas descubriendo cosas diferentes, el mundo, la realidad, esos momentos están muy grabados y los recuerdo perfectamente con mucho agrado”.
Alberto Manrique es padre de familia, tiene un hijo de siete años de edad, de nombre Alberto Sebastián, y trata de inculcarle lo que sus padres le enseñaron a él, como son los buenos modales, darle un buen ejemplo y proporcionarle una buena educación.
“El transcurso de la vida te va dando la pauta para manejar estas situaciones, igual que los recuerdos de mi papá, cuando era pequeño, la educación que nos dio, todo ese tipo de cosas, las cuales son muy importantes”.
Estimó que los niños deben crecer con bases sólidas, ejemplos edificantes y buena educación; en lo personal trata de darle a su hijo Alberto Sebastián esas herramientas que le serán de gran utilidad en la vida.
¿Cómo va a festejar tu hijo el Día del Niño?
— Con su mamá, sus abuelos, tíos y primos. Alberto Sebastián es un niño muy feliz, consciente e inteligente. Él disfruta todos los días como si fuera el Día del Niño.
Para finalizar, envió un saludo a los niños laguneros y les deseó que se la pasen muy bien en su día, no sin antes aconsejarles que le hagan caso a sus papás, que respeten a las personas mayores y que le echen ganas en la escuela, pues es el único trabajo que ellos tienen, y que en su tiempo libre asistan al Estadio de la Revolución a apoyar al equipo de Vaqueros Laguna.
