El Vaticano publicó hoy un decálogo de obligaciones para los conductores que les pide no matar, no consumir bebidas alcohólicas al volante, y ayudar a los viajeros desamparados en las vías.
El documento de la oficina vaticana para migrantes e itinerantes advirtió además que los automóviles pueden ser "una ocasión para pecar", especialmente cuando son utilizados para adelantar peligrosamente o para la prostitución.
Además, alertó sobre los efectos del enfado de los conductores, ya que el conducir puede fomentar la conducta "primitiva" en las personas que manejan, incluyendo la "mala educación, gestos groseros, proferir insultos, blasfemias, pérdida del sentido de responsabilidad o violación intencional de las normas de tráfico".
Pidió a los motoristas que obedezcan las regulaciones de tráfico, conduzcan con un sentido moral y recen cuando se pongan al volante.
El cardenal Renato Martino, que encabeza esa oficina, dijo en una conferencia de prensa que el Vaticano consideró las necesidades pastorales de los conductores ya que manejar ha pasado a ser una parte importante de la vida moderna.
Destacó que la Biblia está llena de personas en movimiento, entre ellas María y José, los padres de Jesús, y agregó que su oficina está encargada de atender a todas las personas "itinerantes", incluyendo refugiados, prostitutas, camioneros y los que carecen de hogar.
"Sabemos que como consecuencia de las transgresiones y la negligencia, 1.2 millones de personas mueren anualmente en las carreteras", indicó Martino. "Esa es la triste realidad, y al mismo tiempo, un gran desafío para la sociedad y la Iglesia".