África subsahariana es la zona más pobre del planeta, con los peores índices de desarrollo humano y a la que más le está costando cumplir los compromisos sociales y económicos definidos por la ONU en el año 2000. (EFE)
África subsahariana está muy atrasada en el cumplimiento de las principales metas del desarrollo del Milenio y en algunas de ellas, como la pobreza, muy posiblemente nunca llegue a cumplir el objetivo, dijeron ayer representantes de la ONU.
“En los próximos ocho años tendremos que duplicar el ritmo, si no triplicarlo, para poder llegar al objetivo”, afirmó el representante de UNICEF en Sudáfrica, Macharia Kamau.
Kamau y otros delegados de agencias de la ONU presentaron ayer en Pretoria el impacto regional del informe mundial sobre las Metas de Desarrollo del Milenio dado a conocer ayer en Ginebra por el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.
África subsahariana es la zona más pobre del planeta, con los peores índices de desarrollo humano, y la que más le está costando cumplir los compromisos sociales y económicos definidos por la ONU en el año 2000.
Kamau dijo que, por ejemplo, si en 2000 se había fijado que antes de 2015 se redujera a la mitad la pobreza extrema (personas viviendo con menos de un dólar diario), en África subsahariana los niveles han bajado, “pero no lo suficiente”.
De acuerdo con los datos dados a conocer, si en la región había un 45.9 por ciento de la población viviendo en la pobreza extrema en 1999, en 2004 se cerró con un índice del 41.4 por ciento.
Globalmente, Kamau dijo que los países en desarrollo han tenido progresos en ese campo, pero el nivel global está ponderado por los avances registrados en China y la India. “El resto ha perdido el ritmo”, agregó.
Los representantes de la ONU llamaron la atención sobre los niveles “inaceptables” en el campo de la salud maternal y especialmente en la muerte de mujeres en el parto o postparto.
Si en el Primer Mundo perecen una de cada 3 mil 800 mujeres parturientas, en África subsahariana son una de cada 16. “La muerte durante el parto en la región es muy alto” , insistió Kamau.
En cuanto a la mortalidad infantil, el representante de UNICEF hizo un diagnóstico parecido: ha habido avances, pero no suficientes.
En 1990 fallecían en la región, antes de cumplir los cinco años, 185 de cada mil nacidos vivos, y en 2005 ese nivel llegaba a 166 por cada mil muy lejos de una reducción dos tercios fijada en los compromisos de la ONU.