México registra los índices de ingresos per cápita más pobres entre sus principales socios comerciales.
La capacidad de México para atraer y retener inversiones está en riesgo, ante la reiterada pérdida de su competitividad. Un informe del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), que será presentado el 25 de marzo, revela que en el último año el país pasó del lugar 30 al 33 en el ranking entre 45 naciones del mundo.
Roberto Newell García, director general del organismo, anticipó que pese a los esfuerzos institucionales y de las empresas por mejorar el ambiente de negocios y mantener las inversiones, éstas siguen siendo marginales e incluso aseguró que entre sus principales socios, como son Estados Unidos y Canadá, México registra los índices de ingresos per cápita más pobres entre las tres naciones que conforman el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
La población del país tiene un índice de inversión per cápita anual de tres mil dólares, frente a diez mil dólares que registra Canadá y 14 mil dólares de la población en Estados Unidos.
De continuar así, el país no podrá aspirar a ocupar la posición 20 entre estas 45 economías más competitivas del mundo, de acuerdo al índice Imco. En la agenda de trabajo presentada el año pasado a la nueva Administración, el instituto que preside Valentín Diez Morodo estimó que de concretar las adecuaciones necesarias en materia de Estado de Derecho y las reformas energética, financiera, laboral y fiscal, hacia 2020 México podría alcanzar la posición 20, con un ingreso anual per cápita de 12 mil 500 dólares anuales.
En 2005, el ingreso per cápita ascendió en 3 mil 150 dólares y el país se ocupaba en la posición 31, aseguró Diez Morodo, pero la falta de adecuaciones en materia hacendaria, laboral, energética y de Estado de Derecho, aunada a una excesiva burocracia, sobrerregulación y corrupción ha propiciado que el país tenga un menor dinamismo y pierda competitividad.
Ante esta situación de preocupación, el sector privado trabaja en un paquete de diversas propuestas de reformas legislativas necesarias para aumentar la competitividad de México, las cuales serán sometidas a análisis por parte de los respectivos comités de competitividad del Senado y de la Cámara de Diputados, las cuales deberán conjuntamente con el sector privado delimitar una agenda para su instrumentación y seguimiento.
José Luis Barraza, quien este jueves deja la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), manifestó la urgencia por acelerar los cambios que requiere el país, tanto en materia constitucional, como en aquellos que no requieren del Poder Legislativo para su modernización, para elevar la competitividad y hacer frente a otras naciones como China.
Adelantó que en el transcurso de las siguientes semanas, el CCE entregará dichas propuestas de reforma a los respectivos comités del Congreso para que sean analizadas.
