Muñeco del ex presidente peruano Alberto Fujimori, que está vestido con un traje a rayas y tiene colgado un cartel en el que se lee: 'Soy inocente', en alusión al pronunciamiento que hizo al inicio del juicio por violaciones a los derechos humanos. (EFE)
Monigotes del ex presidente peruano Alberto Fujimori, así como de la máxima autoridad de la Federación de Futbol y de los deportistas "parranderos" son la novedad en los mercados del país andino de cara a las celebraciones para despedir el 2007.
El muñeco de Fujimori viste un traje a rayas y tiene colgado un cartel en el que se lee: "soy inocente", en alusión al pronunciamiento que hizo al inicio del juicio por violaciones a los derechos humanos que afronta desde el 10 de diciembre, constató en un recorrido por los centros de venta en el centro de Lima.
El ex gobernante (1990-2000) se encuentra recluido en la sede de Operaciones Especiales de la Policía, al este de Lima, tras su extradición desde Chile por dos casos de violación a los derechos humanos y cinco de corrupción.
En los populares puestos comerciales también se pudo apreciar el fantoche de Manuel Burga, que fue reelegido como presidente de la Federación peruana de Futbol (FPF) a pesar de estar inhabilitado para ejercer cualquier cargo durante cinco años, por no haber adecuado los estatutos del organismo a la Ley General del Deporte.
El fantoche de Burga, cuya reelección provocó una crisis en Perú, carga una foto en la que aparecen el entrenador de la selección, José "Chemo" del Solar, junto a los cuatro jugadores que fueron suspendidos indefinidamente por actos de indisciplina, coronados por un cartel que dice "¡que siga la juerga!".
Los internacionales Claudio Pizarro, Jefferson Farfán, Santiago Acasiete y Andrés Mendoza, columna vertebral de la "legión extranjera" peruana, fueron castigados por introducir mujeres y licor en la concentración, tras el partido que Perú empató 1-1 con Brasil, el pasado 18 de noviembre.
Asimismo, llamó la atención la piñata del ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos, artífice de la mayor red de corrupción de la historia moderna de Perú y quien afronta más de cien juicios y una condena de 20 años por tráfico de armas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Estas figuras serán quemadas para despedir el año 2007, como es tradición en Perú, donde sus pobladores suelen vestir prendas de color amarillo o rojo, según aspiren a tener suerte o amor para el año venidero.